La doctora María Alejandra Poleo, integrante de su equipo de defensores, detalla que está pendiente el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones
Más de 300 días preso cumplió el periodista Roland Carreño la semana pasada. Está encerrado en una celda en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Maripérez, Caracas. Sus familiares temen por su salud, y sus abogados advierten que la justicia está en mora con el comunicador y dirigente de Voluntad Popular.
La doctora María Alejandra Poleo, integrante de su equipo de defensores, detalla que está pendiente el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones por «la solicitud que hicimos como defensa el 9 de julio, el escrito interpuesto en el cual denunciamos las violaciones al debido proceso».
Los abogados denuncian que las diligencias probatorias efectuadas por el Ministerio Público «no incluían las solicitadas por la defensa». Tampoco tienen claro cómo el Ministerio Público, «sin haber practicado la totalidad de la investigación, pudo atribuirle a Roland Carreño estos tipos penales con los cuales los acusó, ya que en el expediente no se encuentra ningún tipo de elemento probatorio».
El expediente «reposa en el tribunal a pesar de que, a la fecha de hoy, han pasado más de 35 días desde que se realizó la audiencia preliminar sin que se haya remitido el expediente a la corte de apelaciones, esperando el emplazamiento que al MP se le está haciendo».
El tribunal de la causa no ha escuchado las solicitudes de medidas cautelares, afirma, aunque hay informes médicos que aseguran que su salud está comprometida. «Es un paciente diabético, una persona que sufre de tensión, que presenta problemas de próstata y un síndrome vestibular izquierdo. Esta situación no ha sido tomada en cuenta por el tribunal de la causa».
Tal como lo resume Poleo, el proceso está paralizado en el tribunal de control y no se han tramitado las solicitudes de la defensa.