El sector comercial desafía las sanciones ante el esquema 7+7 y afirma implementar diversas estrategias para sostener los números en las ventas
El comercio venezolano ha desafiado el esquema del 7+7 impuesto por el gobierno de Nicolás Maduro, pues el sector comercial trabaja con la santamaría a medio cierre y afirman implementar diversas estrategias para seguir operando aun en semanas radicales.
«De hace un mes para acá ya la gente no está tomando en cuenta si la semana es flexible o radical porque está cansada. (…) Es bastante difícil tener que buscar la manera de seguirle el paso a lo que rige el Estado en este momento, bajo unos decretos que están vencidos pero que los siguen aplicando», señaló Rusbel Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comerciantes, Industriales y Aduaneros del estado la Guaira.
Asimismo, el empresario expresó que también se crea un ambiente de incertidumbre para el comerciante ante un decreto que a su juicio expiró. «No entendemos estar en una semana flexible y otra en radical (…) porque desde diciembre no tenemos decreto es solo una anarquía funcional y trae como consecuencia inseguridad comercial porque no sabes si trabajar o no trabajar».
¿El comercio informal afecta o favorece?
Los dueños de algunos establecimientos han decidido vender otros productos externos al rubro inicial del comercio, especialmente alimentos porque vieron que la prioridad de los ciudadanos es la comida.
«El comercio ha emigrado de su rubro inicial (…) se ven zapaterías vendiendo aguacates, mangos, limones o farmacias con poca comercialización de medicinas, con venta de chucherías y café para mantenerse», indicó Gutiérrez.
Los mismos comercios formales tienen cierta informalidad dentro de sus normativas para la comercialización. «Existe abandono de la actividad comercial que se venía realizando para vender productos de remate en el comercio correspondiente para sostenerse», explicó el empresario.
«Nuestra competencia siguen siendo las otras tiendas que manejan la misma línea de nosotros, pero los comerciantes informales no inciden en si tenemos o no buenos números en las ventas», dijo vendedora de tienda Aishop ubicada en bulevar de Sabana Grande.
Por otra parte, los comercios informales también se suman a las estrategias de ofertas para monetizar en las semanas flexibles y radicales.
Además, en Sabana Grande se observaron múltiples comerciantes informales con promociones en comida que transitan el bulevar, en busca de captar la atención de los transeúntes.
Operatividad en semanas radicales
Gerentes y encargados de comercios ubicados en el bulevar de Sabana Grande y Chacaíto, aseguran que la normativas de no abrir en las semanas radicales, la cumplen a medias.
«Nuestro horario tanto en semanas flexibles como en radicales es el mismo, de 9:00 a.m. a 4:00 de la tarde (…) trabajamos a puertas cerradas y alguien del personal vigila la entrada de la tienda, tanto para el ingreso de personas como para el transito de control urbano» dijo encargada del Palacio del Blumer.
En cuanto al tráfico de consumidores «si hay movimiento, incluso hay más gente en las semanas radicales que en las flexibles», acotó una vendedora de la misma tienda.
Los comerciantes en Venezuela, apuestan a mantener la actividad económica de sus negocios pese a exponerse ante las sanciones de operar en las semanas radicales.