A diferencia de otros días de la Semana Santa con ceremonias singulares, en la Iglesia Católica el Lunes Santo continúa la celebración normal de la misa
Este Lunes Santo, también recibe el nombre de, «Lunes de Autoridad» porque Jesús expresa ante el resto de las personas su poderío. Primero, realiza la purificación del templo expulsando a los mercaderes y dejando muy claro: “Mi casa, casa de oración será llamada” También muestra su poder sobre la naturaleza al maldecir la higuera que no da fruto.
Para este día, el Evangelio presenta el episodio de la Magdalena lavando y ungiendo los pies de Jesús, con el escándalo de Judas.
Juan 2:13–17 contiene el registro de la primera purificación del Templo de Jesús, presentándose como el Mesías. La primera purificación fue para enseñar y amonestar. La segunda purificación ocurrió durante la última semana de Jesús, antes de Su crucifixión. Como parte de la profecía, Jesús pronunció un juicio simbólico sobre la irreverencia hacia la casa de oración del Señor (Isaías 56:7, Jeremías 7:11).