La familia de Bernard Arnault, la mayor fortuna de Francia y propietaria del grupo del lujo LVMH, realizará «una donación de 200 millones de euros al fondo dedicado a la reconstrucción de la obra arquitectónica»
Decenas de instituciones, empresas y personalidades se han manifestado para ofrecer donaciones destinadas a la reconstrucción de la Catedral de “Nuestra Señora de París”, luego que un incendio acabara gran parte de su estructura.
Las cenizas no se habían apagado en el monumento más visitado en Francia, con 13 millones de personas cada año, cuando una lluvia de promesas de financiamiento ya trataba de paliar la conmoción que sufren los franceses por uno de sus íconos más queridos.
A media tarde de este martes, ya se contabilizaban hasta 750 millones de euros en compromisos de donación.
La familia de Bernard Arnault, la mayor fortuna de Francia y propietaria del grupo del lujo LVMH, señaló en un comunicado que realizará «una donación de 200 millones de euros al fondo dedicado a la reconstrucción de esta obra arquitectónica, que forma parte de la Historia de Francia».
El anuncio de los Arnault respondía así al de la familia de François-Henri Pinault, otro de los grandes bolsillos de Francia, que cuando el incendio todavía no había sido sofocado, se comprometió a aportar cien millones a través de su sociedad de inversiones Artemis.
Otra de las familias, los Bettencourt-Meyers, dueños de L’Oréal, anunciaron que pondrán otros 200 millones.
Otros clanes como los Bouygues o los Decaux, que dan nombre a sendos grupos de telecomunicaciones y mobiliario urbano, se comprometieron a poner de sus bolsillos 10 y 20 millones respectivamente. La petrolera Total pondrá, según dijo, otros cien millones.
Notre Dame tendrá también la ayuda desde fuera de Francia. El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, ya instó este martes a todos los Estados miembros de la UE a contribuir.
El monumento pertenece al Estado desde la ley del 9 de diciembre de 1905, que consagró la separación entre Iglesia y Estado, por lo que corresponde al Ministerio de Cultura costear todos los trabajos de mantenimiento, reparación y restauración de Notre Dame y de otras 86 catedrales francesas.