El movimiento de jubilados y pensionados de Venezuela exigió medidas concretas para elevar el monto de la pensión al costo de la canasta básica, y condenó la entrega de «bonos de hambre» por parte del gobierno de Maduro.
Hace 10 años comenzamos a reclamarle al Estado que garantice una vejez digna, el derecho a la salud, una pensión que garantice el acceso a la canasta básica, recordó Luis Cano, coordinador del frente amplio en defensa de los jubilados y pensionados.
«Nosotros no queremos bonos de hambre», subrayó.
Las pensiones son «de hambre», criticó en entrevista con Unión Radio. Por eso «vamos a seguir movilizándonos, vamos a seguir en la calle».
Cano calcula que hay 5 millones de jubilados y pensionados, y unos 12 mil se han ido del país. De ellos, 1,7 millones subsisten «con menos de dos dólares al mes».
Indicó que han entregado documentos en todas las instituciones y no han obtenido respuesta.