Mientras más lejana es la ruta de viaje la moneda sube y cambia: los conductores del servicio de transporte informal que operan en el terminal de La Bandera, pueden llegar a cobrar hasta 150 dólares por llevar a 4 personas en un carro hasta Maracaibo, es decir, que cada pasajero debe cancelar aproximadamente 37 dólares
«¡Valencia, Maracay, Valencia!»… son los gritos de bienvenida a las afueras del Terminal de la Bandera. Los carros por puesto abundan como solución rápida, pero no tan económica, a falta de autobuses para destinos centrales del país como Aragua, Carabobo, Guárico, Apure y Lara.
Contrapunto realizó un recorrido este lunes 15, en horas de la mañana, por el mencionado terminal caraqueño y pudo constatar que para Barquisimeto, por ejemplo, el pasaje por persona en estos carros particulares tiene un costo de Bs 40.000, lo que se traduce en 160.000 bolívares para el taxista.
Un poco menos cuesta para Valencia, con un valor entre los 25.000 a 30.000 bolívares por persona. «Por transferencia, pero te tienes que cuadrar a tres personas más para yo llenar el carro», comentó uno de los profesionales del volante.
Para un viaje más lejos la moneda cambia, ya que al preguntarle a uno de los conductores sobre el viaje hasta Maracaibo, nos comentó que lo mínimo eran 150 dólares (37,5 por persona, aproximadamente).
Ya dentro del terminal, en el piso 1, se encuentran los populares Encava, estacionados conforme a las puertas y a las colas de pasajeros. En escritos en las puertas con pintura blanca, se pueden leer los destinos: «Valencia», «Maracay», «Cagua», «San Juan» y demás ciudades y poblados del centro-occidente del país.
Estos autobuses no funcionan como una sola línea sino como particulares, por lo que el cobro del pasaje solamente se hace en efectivo. Para Valencia, el costo por el puesto es de Bs 2.300, mientras que para San Fernando de Apure se encuentra en 9.000. El problema es tener el efectivo.
Sin embargo, el problema no finaliza en contratar a un «pirata». Jhonny Pernía se encontraba en una cola desde las 8:00 am para ir hasta Acarigua, y aún a horas del mediodía, no sabía si iba a poder viajar.
«Aquí lo tienen a uno en un tira y encoge: que llega el carro, que no llega, que ya va. Es un desastre».
Por su parte, Wilmarys Rodríguez estaba esperando en una de las colas para abordar la unidad hacia Valencia. «Realmente no sé cuánto cuesta el pasaje, yo estoy esperando aquí desde las 9 de la mañana para ver si quedan puestos libres y puedo irme».