El sistema sigue muy inestable, alerta el diputado Elías Matta, presidente de la Comisión de Energía y Petróleo de la AN. Aunque la demanda eléctrica ha caído más de 40% en los últimos siete años y el país funciona a menos de media máquina, hay un déficit de 1.500 megavatios, calcula
Casi 20 meses después del primer mega apagón registrado en Venezuela, con todo lo que implicó para la vida nacional, el servicio eléctrico sigue estando gravemente enfermo. Racionamiento eléctrico, parpadeos, apagones son el día a día de la población, y de esto ya no se salva Caracas.
La Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional (AN), realizó una sesión virtual, este miércoles 14 de octubre, en la que se actualizaron los datos del estado del servicio eléctrico. El diputado Jorge Millán y expertos que trabajan en el Plan País presentaron algunas estadísticas.
«Venezuela llegó a un pico de demanda de 18.600 megavatios en 2013», subraya el legislador Elías Matta, presidente de la Comisión de Energía y Petróleo. El sector hidroeléctrico podría generar 12 mil megavatios, y el sector termoeléctrico, una de las banderas del presidente Hugo Chávez, otros 19 mil megavatios. Pero de lo que puede ser, a lo que es, hay un gran trecho. Las hidroeléctricas generan unos 6 mil megavatios. Y de los 19 mil megavatios termoeléctricos solo funciona entre 10% y 15%, «habrá unos 2.500 a 3 mil megavatios funcionando», detalla Matta en entrevista telefónica con contrapunto.com.
«Durante el socialismo del siglo XXI se hizo una inversión en plantas termoeléctricas, pero eso terminó en el desastre de los bolichicos», con plantas que no terminaron, que quedaron a medias, que no tienen el combustible que necesitan.
La demanda del país, en las actuales condiciones de caída del PIB y cuarentena, puede ser de 10.500 megavatios al día, porque cayó 44 % entre 2013 y esta fecha, explica el legislador y dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT). «Hay una demanda no cubierta, de 1.500 megavatios, que genera los racionamientos que generalmente terminan en la cola del sistema como Zulia, Guarenas-Guatire y sectores del municipio Libertador (Caracas).
Pero el servicio eléctrico no es solo generación. También se depende de la transmisión, y las líneas están afectadas por la falta de mantenimiento y adecuación.
La empresa Corpoelec, responsable del servicio, «es una empresa desmantelada, los trabajadores no tienen equipos ni motivación, eso hace hace más difícil la situación».
A juicio de Matta, no hay un plan «de parte de quienes hoy dirigen el país», o un plan para la recuperación del SEN. Además, la situación tiende a empeorar.
Calcula que para recuperar el sistema se necesita una inversión de 6.500 millones de dólares en cinco años. «En el primer año la inversión mínima debe ser de unos 220 millones de dólares» y hay que adecuar la ley orgánica del sector eléctrico. Matta explica que el Parlamento ha hablado con algunos organismos multilaterales, como el BID, porque cualquier plan pasa por préstamos internacionales.
«El sistema está muy inestable, necesita ser atendido», advierte. No solo es que siempre hay apagones, es que el riesgo de un mega apagón sigue allí, porque «tenemos un sistema inestable, que no funciona, que deja mucho que desear».
Está claro que, «aunque el país está paralizado, la electricidad falla», y ahora también en Caracas, donde las fallas son cada vez más frecuentes.
Durante la reunión de la Comisión de la AN, el ingeniero Manuel Guevara alertó que si no hay suficiente gas no se podrán reactivar las plantas termoeléctricas, especialmente las que están ubicadas en el occidente del país. El sistema -indicó el ingeniero Juan Reyes- está en condición crítica, de precolapso.