22.7 C
Caracas
viernes, 19 diciembre, 2025
Publicidad

El meteorito que nunca cayó en la cola para echar gasolina en Maripérez

Texto y fotos: Vanessa Davies

Fecha:

Comparte:

Las colas para la gasolina son un mapa de los venezolanos. Hora tras hora conviven el honesto, el tracalero, el mentiroso, el funcionario, el vivo que intenta colearse. La escasez volvió a alimentar las serpientes de carros alrededor de las estaciones de servicio

«¡Viene un meteorito! ¡Vamos a volar todos ! ¡Gasten esa gasolina!», gritó el borrachito en la avenida principal de Maripérez (municipio Libertador). Domingo 13 de septiembre a las 9 de la noche y todavía faltan unas 10 cuadras para echar gasolina pagada en dólares. La escasez es para todos, los que sobreviven en bolívares y los que viven en billetes verdes.

El borrachito del meteorito estuvo antecedido por un abuelo que pedía un dólar para comprar un antibiótico para su nieta, supuestamente recluida en el Hospital Ortopédico Infantil de Caracas. «Me estoy humillando por mi nieta», aseguraba, en su prédica de carro en carro. Un hombre se asomaba a las ventanillas para vender un paquete de arroz de la caja o bolsa CLAP.

La angustia de mi hermana -la que ha logrado mantener su carro operativo- porque le quedaba un cuarto de tanque, y el anuncio de un defensor del mandatario Nicolás Maduro que aseguró en Twitter que acababa de surtirse con combustible en la estación de Las Mercedes, hizo que saliéramos el domingo en la noche. Por supuesto, en Las Mercedes encontramos todo cerrado (solo a nosotras se nos ocurre) y optamos por desplazarnos a Maripérez.

Las colas para la gasolina son un mapa de los venezolanos. Hora tras hora conviven el honesto, el tracalero, el mentiroso, el funcionario, el vivo que intenta colearse. Es difícil entender la lógica de esta serpiente que baja, sube, va derecho, vuelve a bajar, vuelve a subir.

Está cola comenzó para la familia a las 7 de la noche en la avenida Andrés Bello, con la buena nueva de que dos gandolas acababan de descargar y los militares a cargo de la seguridad se comprometieron a despachar «toda la noche hasta que se acabe».

A las 9:25 de la noche llegamos a una gozosa conclusión: «Esta vez si echamos» . Al calor de las noches de septiembre las conversaciones en los carros se centran en lo mismo: el desastre nacional, las salidas a la crisis, las elecciones parlamentarias, lo mal que está todo, el dilema de migrar o de quedarse a sobrevivir.

Una cosa es esperar gasolina de noche, en una Caracas con su alumbrado público mermado, y otra cosa es hacerlo de día. De noche «todos los gatos son pardos», y cada sombra es una amenaza en una ciudad de las más peligrosas del mundo. Dentro de los carros se apiña la gente que no se atreve a estar en la acera, bajo un farol que no ilumina.

Las colas tienen sus modalidades. En esta hay personas que guardan puestos con sillas, y desaparecen cuando llegan los carros. Hay carros que se mueven a empujones, otros que son jalados por la solidaridad porque ya están en «échame». Discretamente algunos vehículos -posiblemente de funcionarios- esperan el visto bueno para surtirse.

Las horas de espera transcurren en la incertidumbre de no saber si la gasolina alcanza. Esa es una de las aventuras de vivir en la Venezuela del presente: hoy el rumor es que se acabará el gas directo y que se debe correr a comprar una hornilla para cocinar (en un país en el que se va la luz), que DirecTV va a costar 30 dólares y ¿quién paga eso? Vivimos el eterno presente de los gerundios. Hoy sabemos, mañana quién sabe.

Pasadas las 10 de la noche la cola continuaba, aunque cada vez con menos carros, porque el temor a estar en la calle también pesa.

El meteorito que anunciaba el borrachito nunca cayó. No hace falta. Basta circular por Caracas de noche para ver que por aquí pasó algo peor.

Para contactarnos escribe a nuestro correo editorial [email protected]
Recibe la actualización diaria de noticias a través de nuestro Grupo WhatsApp 
Twitter | Instagram

━ más como esto

Maduro pide al Ministerio de Ecosocialismo agilizar procesos para alcanzar la meta de 5 millones de árboles plantados en 2025

En el marco de la conmemoración del bicentenario de decreto de Chuquisaca, enfocado en ámbitos medioambientales, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó que...

Angie: “Lo que Callan las Flores” y lo que dice su voz

Angélica Vargas tiene 24 años, es caraqueña y responde artísticamente al nombre de Angie. Cantante, compositora y vocal producer, su relación con la música...

Espíritu de la navidad

https://youtube.com/shorts/4l0SttmLFNU En esta oportunidad Sherezzade nos comparte un poderoso ritual para el próximo 21 de diciembre y que podrás guardar hasta el 2026. Quédate y...

Yván Gil tilda de «rotundo fracaso» la gestión de Marco Rubio hacia América Latina y el Caribe

El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, criticó al secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, al calificar su gestión como "un rotundo fracaso...

Dulce Ventura: La medicina estética es donde confluyen la ciencia con la belleza

https://youtu.be/qQFW3XNC0NY En esta oportunidad Alexandra Braun entrevistó a Dulce Ventura médico estético, ella habló sobre todo lo que implica la belleza desde lo interno hasta...