El número de casos continúa en ascenso a pesar del prolongado confinamiento
Siete días de confinamiento y sietes días en la calle: así es el esquema instaurado en Venezuela para intentar frenar la transmisión del coronavirus SARS-CoV-1. Pero, ¿realmente ha funcionado?
Inicialmente (en la semana del 1 de junio) operó el 5X10: cinco días de trabajo y 10 días de cuarentena, pero las autoridades lo descartaron.
El esquema 7X7 no ha funcionado, y la mejor demostración es el aumento en el número de casos comunitarios: el país registra de 800 a mil casos diarios, explica el epidemiólogo y pediatra Alejandro Rísquez.
La flexibilización debe hacerse en otras circunstancias, señala Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina. Venezuela, en estas condiciones, no cumple con los requisitos para flexibilizar que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En mayo pasado, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, dio algunas recomendaciones a los países antes de que avancen hacia el desconfinamiento: «Analicen las tasas de nuevos casos y de muertes, evalúen la capacidad de camas en los hospitales y determinen qué les dicen sobre la propagación del virus»
López-Loyo recuerda que la propuesta original era 4×10: cuatro días de flexibilización y 10 de confinamiento, para que la persona, en caso de contagiarse, estuviera en su hogar. A su juicio, el 7X7 no tiene sentido.
Del 5X10 se pasó, en el mes de junio, al 7X7 en varios niveles: cuarentena radical, flexibilización parcial y flexibilización total.
Al no funcionar el 7X7, los servicios de salud se van saturando y los casos graves se quedan sin posibilidad de ser debidamente atendidos, indica Rísquez. Los venezolanos estamos pagando un precio muy alto por la crisis del sector salud, estima el epidemiólogo, quien descarta que, de estar mejor preparados, habría menos fallecimientos.