La policía municipal de Baruta, suele tener hasta turnos de 24 horas en el mismo punto de control
Este lunes Caracas sobrepasó los más de 130 días de cuarentena radical, que iniciaron el pasado 15 de marzo, cuando Nicolás Maduro, decretó el Estado de Alarma, debido a la llegada la pandemia al país. “Estamos empezando una cuarentena colectiva, una cuarentena social”, comunicó a las 9:30 de esa noche.
Desde ese día los cuerpos de seguridad, de los cincos municipios de la ciudad capital han estado en constante trabajo, para supervisar la entrada y salida de personas en carros y moto por los municipios. «Solo los carros con salvoconducto pasan por esta vía», han dicho varias veces desde el primer día de distanciamiento social los oficiales de los cuerpos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Los conductores al llegar al punto de control son preguntados simplemente con: ¿Donde está su salvoconducto? Los efectivos los ven, preguntan hacía donde se dirigen, las personas explican y si pertenecen a los sectores que tiene permiso para circular por la ciudad, pasan, también si tienen una emergencia médica. «Nosotros también dejamos pasar si viven por la zona, no tendría sentido decirles que no pasen», contó un policía.
Hasta 12 horas de turno trabajan para «garantizar que se cumplen las medidas que anunciaron las autoridades desde la llegada del virus al país». Aun así… ¿quién les trae apoyo a los cuerpos de seguridad? Uno contó que los vecinos de donde suele trabajar le regalan agua, comida o bajan a conversar con ellos, aunque afirma que eso varía dependiendo la zona.
La policía municipal de Baruta, suele tener hasta turnos de 24 horas en el mismo punto de control. Solo paran para comer, tomar agua o ir al baño. «Uno llega a las ocho de la mañana y se va al día siguiente. El día tiene sus picos, mucha gente temprano y al final de la tarde no hay mucha gente, casi nadie», dijo.
Un miembro de PoliBaruta reconoció que sí han tenido encuentros con personas que se han tornado violentos durante su tránsito de municipio a municipio: Suele pasar al negarles el acceso a las vías de otras localidades por no tener salvoconducto. «Se ha vuelto algo recurrente», afirmó.
Por otro lado, se pudo observar que en los puentes sobre el Rio Guaire para tomar la autopista Francisco Fajardo, que cruza gran parte de la ciudad, se les han colocado paredes de concreto para impedir la circulación al mismo, hecho que no ocurría al principio de la pandemia, ya que en esos lugares había unidades de los distintos organismo policiales.