Ocho residentes del penúltimo año de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), hasta el viernes 24 de julio, habían presentado su renuncia y este lunes renunciaron dos más
Al menos 10 médicos de la Clínica Popular El Valle, en Caracas, han renunciado en las últimas 4 semanas por temor de contagiarse de COVID-19. Los trabajadores indicaron que no ha habido respuestas a las exigencias que hicieron para ser dotados con equipos de bioseguridad.
Un grupo de trabajadores informó a El Pitazo que los médicos, que cumplían un requisito para completar su formación, habían exigido la entrega de insumos de bioseguridad desde que llegaron al centro asistencial los primeros pacientes contagiados con COVID-19.
La enfermera Edimir Blanco expresó que «la mayoría de los que quedamos ahora somos de la nómina. Se aprovechan de nuestra situación. Está bien, necesitamos el trabajo, pero el sueldo no nos alcanza ni para una medicina. Sin las condiciones mínimas de bioseguridad para todo el equipo, ¿cómo se prestan los servicios que el paciente requiere?».
Indicó que en la jornada diaria, donde corresponden tres turnos, las autoridades solo entregan un par de guantes y un tapabocas por trabajador.
Blanco señaló que desde abril a la clínica ha llegado una docena de personas con COVID-19, a pesar de que el centro no está calificado como centinela.
Detalló que «en una guardia de la semana pasada se entregó una carta donde señalan que la clínica no está apta para recibir a esos pacientes. Pero por lo visto hicieron caso omiso a nuestra posición. Siguen trayendo pacientes, aunque en el área de Covid-19 no hay quién los atienda porque nadie se quiere meter para allá».