«El estadio es el mejor del mundo, ahora podemos confirmarlo. Cada elemento es el mejor que he visto en mi vida, no podemos compararlo a otro, es un proyecto increíble, será fantástico para el futuro del club», señaló el técnico del Tottenham, el argentino Mauricio Pochettino
Los Spurs por fin tienen nueva casa. Tras casi dos años, el Tottenham tomará posesión de su flamante estadio el miércoles ante el Crystal Palace, con el objetivo de dar una velocidad superior al club aunque con el riesgo de ralentizarlo por el pago del carísimo recinto.
Con 62.062 plazas, el nuevo estadio será el segundo más grande de Inglaterra para un club tras Old Trafford (cerca de 75.000) pero, muy importante para la rivalidad de la capital, por delante del Emirates Stadium del Arsenal (60.260).
Tras varios meses de atrasos y gastos imprevistos, el nuevo White Hart Lane, por el momento llamado Tottenham Hotspour Stadium a la espera de un patrocinador, habrá costado 1.000 millones de libras (1.300 millones de dólares).
El recinto incluirá una tienda de 2.000 metros cuadrados (récord europeo), un terreno retráctil acorde a las normas de la NFL (al menos dos partidos en los próximos diez años), una pequeña fábrica de cerveza y una tribuna sur que se llamará ‘Muro Blanco’, de 17.500 plazas, diseñada para parecerse al máximo al famoso ‘Muro Amarillo’ del Borussia Dortmund.
‘Un gran riesgo’
«El estadio es el mejor del mundo, ahora podemos confirmarlo. Cada elemento es el mejor que he visto en mi vida, no podemos compararlo a otro, es un proyecto increíble, será fantástico para el futuro del club», señaló el técnico del Tottenham, el argentino Mauricio Pochettino.
Pero el futuro del club no se anuncia tan prometedor. A imagen de su vecino el Arsenal, obligado a vender a sus mejores jugadores durante una década para financiar el Emirates Stadium, el Tottenham también deberá apretarse el cinturón para pagar su nueva joya.
Los clubes se financian a través de los ingresos en taquilla, los derechos de televisión y el ‘merchandising’.
Obviamente los ingresos en taquilla van a aumentar «pero no lo suficiente», subrayó Cannon, que considera que para el ‘merchandising’ «el estadio no tiene ninguna influencia detrás y los Spurs son menos visibles y conocidos en la escena internacional», añadió, refiriéndose a sus rivales.