En una conversación por WhatsApp, el especialista Albel Saraiba, aseguró que la salida del servicio puede ser grave, en estos momentos, debido al confinamiento
El pasado martes, los venezolanos se despertaron con la noticia de que el servicio de televisión satelital Directv paralizaba sus operaciones en el país. Medida que fue tomada sin previo aviso y a raíz de las sanciones de EEUU a los canales nacionales, Globovisión y PDVSA TV.
En pocas horas, esta decisión dejó sin uno de las principales empresas de TV paga en Venezuela. Se ha conversado sobre el aspecto económico, social, cultural y hasta el legal sobre este hecho. Pero Contrapunto decidió hablar con Albel Saraiba, Psicoanalista lacaniano y coordinador adjunto de Cecodap, para saber: ¿cómo afecta esta salida psicológicamente a los venezolanos?
En una conversación por WhatsApp, el especialista aseguró que esta situación se agrava, en estos momentos, debido al confinamiento por la pandemia del coronavirus. En su opinión, quitarle a la población una de sus principales vías de entrenamiento e información «es un golpe muy duro».
«El confinamiento hace que sea aún más difícil de manejar, probablemente es una gota que rebasa el vaso de un conjunto de carencias que está enfrentando la población», dijo en un mensaje de voz.
En ese sentido, Saraiba afirmó que los sectores menos favorecidos se ven afectados por la incapacidad de acceder a otras plataformas de entretenimiento como Netflix. Tomando en cuenta que el pasado martes, Evelyn González, directora general de la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción (Cavetesu), en la que aseguró que Directv era el servicio más económico en Venezuela.
«Por la imposibilidad de poder actualizar las tarifas a los precios internacionales, como era antes cuando se pagaban tarifas más o menos estándar de la región. Estaba costando un dólar mensual», dijo en una entrevista con el diario, Tal cual.
Con respecto a eso, Abel resalta que los niños, adolescentes y adultos mayores son los sectores más afectados, en especial los mayores, ya que tienen más dificultad de entender el funcionamiento de las plataformas de streaming, que puede ser una alternativa a este problema.
«Todo esto añade aún más tensión a lo crítico que puede estar el país. Además que puede aumentar los niveles de violencia y conflictos dentro del núcleo familiar», sentenció.