Supuestos mercenarios estadounidenses, supuestas fuerzas especiales rusas. El conflicto venezolano sigue en el medio de los intereses de Rusia y de Estados Unidos
Entre acusaciones mutuas, recriminaciones, declaraciones y comentarios se van conociendo los detalles de la denominada «operación Gedeón», pero también, de los factores externos que habrían participado en su gestación y en su contención.
Venezuela, es una pieza en la disputa geopolítica entre Estados Unidos y Rusia, y en este caso han aflorado los posicionamientos de cada uno.
El gobierno de Nicolás Maduro, asegura que los presuntos mercenarios que participaron en la supuesta incursión marítima tenían el aval del propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ha mostrado a dos de los participantes, los estadounidenses Denman y Berry, como prueba de que EEUU estaba al tanto de la operación.
Rusia, también ha acusado a EEUU de participar en este presunto intento de invasión.
El 6 de mayo, el canciller ruso Sergéi Lavrov encaró a EEUU. «La afirmación de Washington, según la cual el gobierno estadounidense no tiene nada que ver con lo que pasó en Venezuela estos últimos días, no parece convincente», declaró el ministerio de Relaciones Exteriores ruso mediante un comunicado.
Pero por otras vías, se supo de la supuesta presencia de militares rusos en las labores de apoyo para la búsqueda y captura de los presuntos mercenarios. El 8 de mayo, el periodista Gabriel Bastidas, aludió a una nota de prensa publicada en el diario Últimas Noticias, según la cual especialistas de las fuerzas especiales rusas estaban dedicadas a estas labores.
Posteriormente la ZODI La Guaira, desmintió la «injerencia de militares rusos».
Sin embargo, el propio canciller ruso confirmó que los servicios de inteligencia de Venezuela y de Rusia «mantienen contacto» por la investigación de este caso. «Algo que se refiere a la investigación de la invasión a Venezuela, por mercenarios que pretendían realizar actos terroristas, nuestros servicios mantienen contacto», reafirmó Lavrov.