«Muchos de los presos dicen que los militares apartaban la comida y algunos se quedaban con los paquetes y otros los dejaban pasar al penal y eso fue lo que desató toda esta sangre», relató una de las esposas de los reclusos
La muerte de cerca de 50 reclusos y más de 75 heridos del Centro Penitenciario Los Llanos (Cepella) de Guanare fue provocada por el hambre, aseguró la ONG Una Ventana a la Libertad, quien citó el testimonio de un reo y algunas presentes durante el suceso.
«Desde que no hay visitas por la cuarentena estamos pasando hambre porque el pase de paquete no es igual», relata alías «Carotica», quien tras el suceso contacto a la ONG, para relatar los hechos. «El viernes los guardias comenzaron con un aplique con la paquetería y un grupo de presos comenzó a protestar; a formar lío porque los guardias dejaban pasar un paquete y el otro se lo quedaban ellos», acotó.
El reo añadió que las mujeres estaban en las afuera del recinto carcelario desde desde las 10 am, en una cola para ingresar la comida y eran la 12:30 del mediodía y habían pasado muy poca. «Fue ahí cuando comenzó el alboroto», sentenció.
«Carotica» indicó los «manchados», presos que están castigados por el líder negativo de la cárcel y viviendo en condiciones deplorables, comenzaron la protesta para exigirle a la GNB que dejará ingresar totalidad de la comida que llevaban sus familiares, lo que desencadenó que los funcionarios comenzaran a «apuntarnos y a amenazarnos. Eso alborotó todo y en un instante comenzó la plomazón».
La versión de el recluso coincide con las de Marlin Hernández y Jessica Jiménez, esposas de otros reos sobrevivientes al motín, y quienes se encontraban el primero de mayo haciendo la cola frente al portón principal de la cárcel para hacer entrega de paquetes.
Hernández y Jiménez aseguran que los reos fueron brutalmente atacados por los militares cuando reclamaban el retraso en la entrega de bolsas con comida, una actividad normal, que se realiza semanalmente cuando se suspende las visitas a los privados de libertad.
«Muchos de los presos dicen que los militares apartaban la comida y algunos se quedaban con los paquetes y otros los dejaban pasar al penal y eso fue lo que desató toda esta sangre. Los presos tenían varios días viendo esa problemática porque la comida no llegaba completa», relató Hernández a la ONG Ventana a la Libertad.






