El Parque del Este y el Parque Los Chorros se convirtieron en llenaderos de agua debido a la interrupción del servicio en el Distrito Capital desde el segundo mega apagón, aunque hay zonas de Caracas a las que no llega desde mucho antes
San Martín, La Pastora, Pinto Salinas, San Bernardino y Boleíta. De todas esas zonas de Caracas había gente buscando agua en la Cota Mil la mañana de este viernes 29 de marzo, en bidones, botellones, potes de refresco, ollas y hasta en tanques medianos.
Esta misma mañana la ministra de Atención de Aguas, Evelyn Vásquez, afirmó que 84% del servicio había sido restablecido en el Distrito Capital, luego de reactivar los sistemas Tuy I, II Y III. A pesar del supuesto restablecimiento, aún el Cuerpo de Bomberos Forestales de la estación Pajaritos, ubicada a la orilla de la Cota Mil, continuaba llenando los envases de las personas que se acercaban hasta allí para obtener algo de agua.
Los bomberos forestales del Parque Nacional Ávila o Waraira Repano se negaron a responder de dónde salía esa agua; alegaron que no tenían permitido dar declaraciones al respecto. Pero extraoficialmente se conoció que esa agua sale de la reserva que tienen para combatir los incendios.
En San Martín no tienen agua desde el lunes 25, día en que hubo un segundo mega apagón que afectó a 16 estados del país, más el Distrito Capital.
Esta es la segunda vez en la semana -la primera fue el miércoles- en que Yuresky Suárez y su mamá iban en su carro hasta la Cota Mil en búsqueda de agua para cocinar y también para poder echarles a las pocetas de su casa. Acuden desde que un vecino les pasó el dato luego del primer mega apagón el pasado 7 de marzo. Para bañarse tienen que ir hasta casa de una hermana de su mamá que tiene agua de 12:30 pm hasta la 1:00 pm, es decir media hora.
Emilio Molina vive en La Pastora. Se enteró de que los bomberos forestales estaban dando agua porque pasó con su carro por allí. Ya para él es costumbre cargar con bidones en la maleta de su vehículo. Carga con cinco botellones que de lograr llenarlos, los usa para los baños de su casa, porque la que usa para cocinar prefiere comprarla.
Chorritos del Ávila
Los chorritos que bajan desde las quebradas del Ávila han sido de gran ayuda para Carlos Aguillón, y no desde ahora sino desde hace mucho. Aguillón prefiere el agua avileña que comprar la de los camiones. La consume sin ni siquiera hervirla porque confía plenamente en su pureza.
El racionamiento que aplican en el edificio donde vive en Boleíta, más los apagones constantes, han hecho que vaya a buscar agua no sólo porque le gusta sino también por necesidad. «No tengo agua desde el martes. Vengo con cinco botellones. Esta agua es mejor y más económica que la que venden en los camiones», asegura.
Ricardo Sánchez llegó en su carro desde Petare hasta la Cota Mil. Anteriormente iba hasta los chorritos para aprovechar y lavar el carro. En esta ocasión, se dispone a llenar seis pipotes porque en El Cerrito, zona de Petare, no llega el agua desde hace un mes. El agua que se lleva de la Cota Mil la usan las cuatro personas que viven en su casa para bañarse y limpiar las pocetas, porque para cocinar usan la que guardan en el tanque.
En moto también van a buscar agua a la Boyacá. Así lo hace José Zamora que sube desde Pinto Salinas donde asegura que tampoco tienen agua desde el apagón. En su moto solo puede llevar un botellón, pero cuando va con un parrillero se lleva hasta tres. Tiene esta costumbre desde Carnaval, cuando empezaron a racionar el servicio en su comunidad.
En casa de Carlos Larosa le echan «por si acaso» cinco tapitas de cloro al agua que se llevan del Ávila en dos botellones, porque esa agua la usan para cocinar. En Guatire, donde vive Carlos, no tienen agua desde el primer apagón el pasado 7 de marzo. Sólo les llegó una vez y ese día aprovecharon para llenar todos los pipotes que tienen en casa. Para Carlos no es nuevo ir a buscar agua a la Cota Mil. Lo que le resulta novedoso es que tenga que ser impuesto por la falta del servicio. «Esto no debería ser obligado como lo estamos haciendo ahora. Debería ser como antes, que uno venía porque quería».
Parques del Este y Los Chorros
Al menos 15 camiones cisterna se abastecían de agua este viernes en el estacionamiento del Parque Generalísimo Francisco de Miranda, uno de los puntos que dispuso el Ministerio de Ecosocialismo para la obtención del líquido, al igual que El Ávila, el Parque Los Chorros y el Zoológico de Caricuao, tras el apagón del pasado lunes.
Entre los camiones cisternas destacaban dos ballenas de la Guardia Nacional. En el lugar, también fueron dispuestos 20 tanques de agua para que las personas pudieran llenar sus recipientes. Al menos este viernes no había cola.
El llenadero de Parque del Este se encuentra altamente custodiado. Funcionarios de Orden Público de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), de la Guardia Nacional, de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y milicianos permanecen en la zona.
Contrapunto intentó tomar declaraciones de cómo funcionaba el abastecimiento en el Parque del Este pero los funcionarios solicitaron una orden directa de presidencia para poder declarar.
La misma situación se presentó en el Parque Los Chorros, donde el personal de vigilancia solicitó un permiso de Inparques para permitir el ingreso y dejar tomar fotos dentro del parque.