El economista señala que existe una «asincronía» en su actuación y esto complica el diseño de la políticas para respaldar a los países miembros
Asdrúbal Oliveros, percibe que tras la pandemi, la economía venezolana estará a nivel de colapso importante, al punto de impactar en lo social y en lo político, en donde se proyecta a Nicolás Maduro, mucho más vulnerable políticamente.
Al mirar variables económicas indica que, el flujo de caja de las empresas se deprimirá a niveles preocupantes lo que obligará a mantener una comunicación clara y sincera con sus trabajadores y colaboradores.
«El mundo cambió a raíz de esta pandemia, por lo tanto todas las relaciones, incluyendo las humanas, deberán cambiar y todos estamos en la obligación de adaptarnos», asegura Oliveros.
El economista, quien es miembro de la Mesa de Análisis Coyuntural del CEPyG-UCAB estima que, en el contexto global el COVID-19 trastocó toda la economía mundial por igual y en consecuencia, todo está “detenido”.
Habla de identificar elementos diferenciadores de la situación venezolana y diseñar una nueva visión de la economía del país «qué cambió con la pandemia».
En este sentido explicó que, el escenario más “benevolente” indica que en el mes de junio 2020, las cadenas de suministros, hoy las más golpeadas, comiencen a reactivarse y a presentar niveles de recuperación importante.
“El escenario más pesimista indica que la crisis del coronavirus consumirá todo lo que resta del año 2020 y buena parte del año 2021, aquí el tema de la incertidumbre cobra una importancia capital. Repito, el impacto no será igual para todos los países. Estados Unidos, por ejemplo, presentará signos de recuperación más rápido, otros países de Europa y América Latina, será más lentamente”, añadió.
Al abordar el papel que han tenido en medio de esta crisis los organismos multilaterales (OMS, OEA, ONU, FMI, BM y EU) Oliveros explicó que en éstos existe una “asincronía” importante y es esa la razón por la cual han tardado mucho en diseñar políticas de acción para ayudar a los Estados miembros.
“No descarto que el rol de estos organismos deba revisarse, además, el FMI se ha visto rebasado en su campo de acción, ahora solo cuenta con un billón de dólares para ayudas y ha quedado demostrado que esa cantidad no alcanza para auxiliar a los 90 países miembros, entre los cuales no cuenta Venezuela”.