En el mundo, la crisis ocasionada por este virus nacido en China, se incrementa y las dudas se mezclan con la incertidumbre de ver pasar los días en cuarentena, sin encontrar una solución
En Venezuela, el coronavirus ya comenzó a cobrar víctimas y las cifras dadas por el gobierno de Maduro, han sido puestas en duda por sectores de la oposición y distintos sectores de la población.
En el mundo, los políticos han aprovechado para darle su toque derechista o izquierdista al tema, criticando unos a Bolsonaro y olvidando a López Obrador o viceversa, así como algunos hablan de los chinos y omiten a Trump, y todo lo contrario.
Pero en medio de esta pandemia y con las decisiones cuestionadas de los gobiernos a nivel mundial, los verdaderos afectados siguen siendo los ciudadanos de a pie, los que deben quedarse en casa, reinventar rutinas y pensar como subsistir ante esta emergencia mundial.
En las calles del estado Miranda, el más afectado por el coronavirus, la poca gente en las vías coincide en la misma angustia: “Debemos salir de esto, pero no veo cuándo. Que difícil se muestra el panorama”, asegura un comerciante en el municipio Baruta.
Mientras tanto, la policía se muestra angustiada en las calles intentando llevar comida a sus hogares y en una de esas colas nos cuenta un funcionario: “Hermano estamos cansados, y no vemos la posibilidad de que esto cambie”.
Todos los ciudadanos del mundo tienen la misma interrogante, porque al final está quedando demostrado que los avances no han sido tan avances y que aún debemos esperar por una solución, en un mundo en el que hoy en día, es más inmediato conseguir un antivirus para sistemas operativos virtuales que para salvar a la humanidad.
Un ama de casa, que se dirigía al supermercado, aseguraba a Contrapunto, que ella prefería salir y dejar a su hija en casa: “Ya yo viví al menos más de 60 años, mis niñas tienen 26 y 27, aún tienen que vivir, mientras aquí Maduro y Guaidó pelean desde sus búnkers, nosotros debemos intentar comer”.
Al vernos el carnet de prensa en una de las colas de los supermercados, se nos acerca un señor de edad y pregunta: “¿Mijo cuando se acaba esto? Ustedes los periodistas siempre saben todo”, a lo que nuestra respuesta fue: “Esto lo vemos tan impredecible como todo el mundo”.
Pasan los días y al despertar las portadas de los diarios siguen siendo las mismas, se incrementan las víctimas y las vacunas con suerte estarán para el 2021, mientras el virus se sigue propagando.
Las farmacéuticas no tienen respuesta, la cloroquina se ve como una esperanza, pero en Francia no funciona, otros se toman un té pero nada nos da la certeza de la eliminación de esta terrible enfermedad.
Este virus ya tiene más de un millón de contagios y no distingue raza ni condición social o política, y la humanidad sigue con la misma incertidumbre ¿Cuando saldremos del coronavirus?