Los velatorios están limitados a los parientes cercanos, detalló Joel Urribarri, director de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias
Un virus ha cambiado por completo las costumbres sociales venezolanas. Ya no es solo el no poder saludarse con un beso o compartir, sino la reducción hasta del último acto de solidaridad: el velorio.
Joel Urribarri, director de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias, explicó que el coronavirus ha obligado a reducir los velorios. Desde hace casi dos semanas, cuando el país entró en cuarentena total, las velaciones disminuyeron a dos horas y solo para los familiares más cercanos debidamente resguardados con tapabocas, detalló Urribarri.
En casos excepcionales el velorio puede prolongarse hasta cuatro horas.
Este sábado 28 de marzo, en la funeraria El Rosal, los deudos de una persona fallecida pidieron a los amigos mantenerse afuera. Lo hicieron con un cartel colgado en la reja.
Pero si la persona fallecida tenía síntomas respiratorios, o se sospechaba que se había contagiado con el virus, el protocolo a seguir es aún más estricto: el cadáver va directo al crematorio.
Sin embargo, Urribarri aclaró que no les han dado instrucciones de llevar los cadáveres a fosas comunes, como se comentó en algún momento.
Las funerarias, aseguró el presidente de la cámara, están dotadas con tapabocas y desinfectante.
Al coronavirus se le agrega la escasez de gasolina, que también afecta el trabajo del sector funerario.