Luego de probar en varias pruebas del atletismo, Thomas se enamoró de la marcha olímpica, de su complejidad y todas las exigencias de una disciplina muy demandante
Thomas Silveira es un atleta venezolano de la especialidad de marcha 50 kilómetros, oriundo de Guasipati y que antes de incursionar en esta disciplina formó parte de la Selección de Boxeo del Estado Bolívar.
La marcha olímpica es una disciplina poco conocida del atletismo en Venezuela, sin embargo, siempre ha tenido buenas proyecciones y prueba de ello es Thomas Silveira quien nos estará representando en el Suramericano de Lima, y que en el Mundial de Bielorrusia va tras las marcas que le permitan clasificar a Tokio 2020.
Sus inicios en esta disciplina datan del año 2012, contó el atleta en entrevista exclusiva para Contrapunto. Dio sus primeros pasos en Ciudad Bolívar un poco alejado de la zona céntrica de la ciudad, específicamente en Upata.
Comenzó en varios eventos estadales, en 2013 tuvo su primera prueba internacional en el estado Barinas, logrando el récord nacional para Bolívar. En 2014 obtiene medalla de bronce como profesional y los resultados del esfuerzo y el sacrificio ya rendían esos frutos tan esperados por el atleta.
En el mismo 2014 obtuvo la medalla de plata, lo que a su juicio lo llevó a consagrarse y a obtener posteriores medallas doradas y establecerse como uno de los mejores del país.
En el 2019, específicamente en mayo logra obtener esa tan ansiada proyección internacional, debutando en tierras mexicanas en los 50 metros, dentro de un país con una gran tradición en la marcha olímpica.
Su experiencia en México tanto para él como para otros atletas venezolanos de la disciplina, la considera como “oportuna” y fue allí donde decide quedarse en los 50 kilómetros, una prueba catalogada como más estratégica en comparación a la de los 20 kilómetros que es de más rapidez.
“La concentración en la marcha de 50 kilómetros es indispensable, muchos atletas temen a participar debido a que los resultados y proyecciones tienden a ser un poco más inciertos en cuanto a los que van a llegar y en el recorrido muchos abandonan por diversos factores”, destacó.
Sin embargo, asegura que se adaptó bien a este cambio en una prueba que considera “Súper humana”, en donde se debe poner en práctica la fuerza psicológica y mental que es la que impulsa a seguir adelante.
Afirma que la marcha olímpica es la tercera prueba más exigente del atletismo, debido a su complejidad, debido a la cantidad de kilómetros y el esfuerzo que amerita.
Silveira estará participando en el Suramericano de la especialidad que se celebrará desde el 8 de marzo en Lima, y será una serie de competiciones que lo llevarán a buscar los puntos que le den el boleto a Tokio 2020.
“En este Suramericano buscaremos hacer una marca menor de 3 horas con 55 para obtener el pase al Mundial de Bielorrusia y posteriormente obtener la clasificación a Tokio 2020”, ese es el foco principal del atleta.
Destaca que se encuentra convencido de su trabajo y con la firme convicción de que todo el sacrificio para estar presente en la máxima cita olímpica valdrá la pena y va a poder sumar la cantidad de kilómetros que se adaptan a la zona de competición.
“El deporte es un estilo de vida que nos lleva a ser comprometidos y disciplinados, donde debemos sacrificar tiempo, esto es parte del desarrollo y crecimiento. Uno de mis mayores desafíos ha sido adaptarme a la ciudad, y dar el todo por el todo sin importar los días de desvelo y sacrificio, tengo la convicción de que lo vamos a lograr”, afirmó.
De igual manera, destaca la proyección que ha tenido el atletismo gracias a las actuaciones de Yulimar Rojas y Robeilys Peinado que han dejado en lo más alto el tricolor nacional. En el caso de la marcha, asegura que la inspiración de varios deportistas que ejercen la misma, mantienen la calidad de la disciplina y da crédito a su entrenador Rubén López que los impulsa a seguir adelante.
Espera que el apoyo de parte de los entes públicos crezca y crean en esta disciplina, y en los momentos difíciles asegura que los talentos que vienen germinando son los que deben tener máxima atención para poder recoger esos frutos del trabajo que se encuentran desarrollando.
“Tenemos la plena convicción de estar en Tokio, hemos trabajado la condición física y mental, toda una logística que nos ha venido acompañando. No hay ningún sueño imposible de lograr para quienes esperan lo mas grande”, afirmó.
“El ser humano no se prepara para el fracaso, pero fracasa si no tiene preparación alguna, y en eso estamos, dando lo mejor por representar dignamente a Venezuela y lograr los objetivos que nos hemos trazado”.