Tiendas abiertas y pocos clientes se dejan ver en los locales comerciales de la ciudad capital, convirtiéndose en un indicador de la crisis económica del país
Contrapunto visitó los centros comerciales Sambil y San Ignacio para conocer cómo las tiendas están operando a pesar de la caídas de las ventas y la hiperinflación que azota la economía nacional. Caminando los pasillos pudimos conocer cómo han hecho los dueños y gerentes de tiendas para sobrevivir, qué impacto ha tenido las bajas ventas en sus inventarios y cuáles son las estrategias que han implementado para sacar a flote los negocios.
Vendedores y dueños de tiendas de ropa, calzado, electrodomésticos y artículos de bellezas, entre otros, ven cómo los visitantes de los mall solo miran lo que se exhibe y están conscientes de que no podrán comprar.
Pocas ofertas se ven en las vitrinas. Las ventas han bajado significativamente a pesar de las estrategias que implementan para atraer compradores: 20%, 30% hasta 50%. Sin embargo, son muy pocas las ventas que se generan diariamente.
El encargado de una tienda de ropa de segunda mano nos comentó que «a pesar de tener buenos precios, son muy poca las personas que vienen a comprar».
Otro gerente, esta vez de un local de zapatos deportivos, manifestó que solo en las quincenas «se mueve la caja porque hay personas que pueden comprar zapatos a estos precios. Son muy caros y muchos no tienen ni para comprar algo de comida”
Cuando se le preguntó sobre el estado de las ventas después de apagón nacional, muchos consultados manifestaron que el margen de pérdida no fue mucho, pues las ventas ya estaban afectadas desde hace años.
Solo los locales de venta de comidas tuvieron pérdidas porque se vieron obligadas a regalar o botar alimentos.