Altos funcionarios del gobierno de Maduro expresaron sus condolencias en la Embajada de Irán por la muerte de Qasem Soleimani. Juan Guaidó reiteró este sábado su solidaridad con el pueblo iraní «y no con los asesinos y terroristas que lo oprimen»
La muerte del general Qasem Soleimani como consecuencia de un dron de Estados Unidos (EEUU), el lanzamiento de misiles por parte de Irán contra bases estadounidenses en Irak y el derribo de un avión de Ucrania por parte de la Guardia Revolucionaria de Irán son hechos que podrían parecer muy distantes de la crisis venezolana.
Sin embargo los hechos demuestran que no es así. Esta semana altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro acudieron a la Embajada de Irán en Caracas para ofrecer sus condolencias por la muerte de Soleimani.
Aunque la visita era de esperarse tomando en cuenta que Irán es uno de los aliados cercanos del chavismo, este hecho generó comentarios de todo tenor en redes sociales.
Pero este sábado 11 de enero, después de que la Guardia Revolucionaria de Irán admitiera que derribó el avión de Ucrania y mató a 176 personas al confundir la aeronave con un misil, las críticas subieron de tono.
El propio Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) y reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países, manifestó su solidaridad con el pueblo iraní y no con sus dirigentes políticos.
Incluso, emplazó a Padrino López a rendir honores a los familiares de las víctimas.
En la pelea entre Estados Unidos e Irán cada sector en pugna en Venezuela tiene su sector. El madurismo se coloca del lado del gobierno iraní, mientras la oposición respalda a EEUU.