El sociólogo Gerardo González expresó que «la inmigración de los venezolanos es irregular, muchas veces los números son inciertos y siguen saliendo a otras partes del mundo».
«La frontera, realmente es otra, se ha transformado con el proceso migratorio que estamos viviendo», ya que el Estado Táchira, se ha convertido en la salida de millones de venezolanos y en el receptor de aquellos que buscan una mejor calidad de vida en los Municipios San Antonio, Bolívar y Pedro María Ureña, explicó este miércoles 27 de noviembre la profesora de la Universidad Católica del Táchira, Rina Mazuera.
Estas declaraciones fueron dadas en el foro internacional “Horizontes de la migración venezolana: retos para su inserción laboral en América Latina”, que se realizará en la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), con la participación de 12 expertos de varios países.
«Venezolanos que ahora viven en estos municipios por la situación o por la mejoras de vivir en frontera porque muchos trabajan en norte Santander, en Cúcuta otros porque viven en arriendos o casas de anime, donde pagan 5 mil pesos diarios para dormir en colchonetas en condiciones nada adecuadas y que comen una vez al día porque pasan a Cúcuta (La Parada), donde de la Diócesis de entidad les brinda un almuerzo», comentó.
Por su parte, el sociólogo Gerardo González expresó que «la inmigración de los venezolanos es irregular, muchas veces los números son inciertos y siguen saliendo a otras partes del mundo».
Recalcó que la «inmigración tiene aproximadamente 4 años en auge y la mayoría de esas personas ya tienen sitios donde quedarse, convirtiéndose en países cadena para ayudar a otros”.
Mazuera, recuerda que la migración irregular que cruza a través de las 189 trochas no puede ser contabilizada. «Realmente no se puede cuantificar, no obstante, según estudios realizados en San Antonio, en un día pueden llegar entre 700 y 1.200 personas», puntualizó.
Fernando Lozano, Director del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, aseguró que este proceso migratorio no se detendrá aunque existen mayores restricciones como la exigencias de visas, «la no aceptación», «la irregularidad sobrevenida», devolución y deportación.