José Moronta, uno de los ex trabajadores afectados y abogado del grupo afirmó que mantiene comunicación con los comisionados que Bachelet dejó en Venezuela, desde su visita en junio
El grupo de ex trabajadores de la Exxon Mobil, en protesta desde hace 21 meses –en la plaza Juan Pedro López, de Caracas–, esperan sostener una reunión el 7 de noviembre con Carlos de la Torre y Sara Nuero Escobar, los dos funcionarios que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, dejó en Venezuela, tras su visita al país en junio.
José Moronta, integrante del grupo ex de trabajadores de Exxon Mobil, quien también es abogado, explicó que De la Torre se ha comunicado directamente con él, además de otros funcionarios de la ONU, quienes se han mostrado interesados y dispuestos a ayudarlos.
Para Moronta, esta reunión es un avance que lograron gracias a los escritos que entregó en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Caracas, aunque están conscientes de que ellos no van a resolver el conflicto laboral. Sin embargo, se encuentran esperanzados en que ayudarán a ser mediadores.
Los ex trabajadores, víctimas de la expropiación de los proyectos Cerro Negro y la Ceiba, ubicados en la Faja Petrolífera del Orinoco, ejecutados por el Presidente Hugo Chávez en 2007, se encuentran protestando desde 2014 por el pago de sus pasivos laborales. Hasta que en 2018 decidieron venirse en grupo a Caracas. Su protesta ha sido itinerante en diversas plazas de la ciudad,decidiendo en 2019 quedarse en la Plaza del Banco Central de Venezuela (BCV), como también es conocida. Allí realizaron una huelga de hambre.
En 2007, el gobierno de Chávez argumentó que la expropiación era en beneficio de los trabajadores, a quienes se les prometió que serían incluidos en la nómina de Pdvsa, lo cual nunca ocurrió, y también en que la petrolera estadounidense estaba incurriendo en daños al medio ambiente en Venezuela.
Moronta añadió que, hasta el momento, ningún funcionario de gobierno del mandatario Nicolás Maduro, se ha comunicado con ellos, o se ha acercado hasta la plaza para dialogar sobre sus peticiones. Sin embargo, ellos han entregado cartas en los despachos de varios funcionarios, incluido Miraflores.
Según las cifras que manejan los manifestantes, en la plaza se mantienen más de 300 personas, aunque son más de 570 los ex trabajadores que exigen el pago de la deuda, que además aseguran, asciende a más de 12 mil millones de dólares.
En la zona conviven mujeres y hombres. Entre las féminas que allí se encuentran algunas son trabajadoras afectadas, pero la mayoría son viudas de ex trabajadores que asumieron la protesta de sus esposos fallecidos.
En junio, transcendió la noticia de que Héctor Molina, había fallecido de un paro cardiaco. Molina, era parte del grupo de manifestantes que mantuvo una huelga de hambre por más de 20 días. Éste no es el único manifestante que ha fallecido; la cuenta que llevan los que aún persisten con la lucha, es que desde 2014, han muerto más de 20 ex trabajadores afectados por esta deuda.
Los manifestantes que aún persisten por sus reivindicaciones son procedentes de seis estados del país; Bolívar, Guárico, Monagas, Anzoátegui, Delta Amacuro y Sucre.