Todavía duermen en la plaza del BCV para llamar la atención del gobierno de Maduro y lograr que les paguen los pasivos laborales que les adeudan
En junio, un grupo de 20 extrabajadores de la Exxon Mobil comenzó una huelga de hambre desde la plaza Juan Pedro López, en Caracas, a pocos metros del Palacio de Miraflores.
Ni así lograron llamar la atención del mandatario Nicolás Maduro. Meses después más de 300 continúan pernoctando en dicha la plaza capitalina como forma de protesta, a ver si algún organismo les paga los pasivos laborales que reclaman desde 2007.
La plaza Juan Pedro López se extiende entre las esquinas Salas, Altagracia, Mijares y Las Mercedes del centro de Caracas. Esta allí desde 1998 cuando fue inaugurada como una obra del arquitecto Tomás José Sanabria.
La plaza la moneda o la plaza del Banco Central de Venezuela, como también es conocida cuenta con una especia de anfiteatro que por años fue el lugar de encuentro de muchas actividades recreativas para quienes transitaban por allí, o para vecinos de la zona. También servia como sitio de encuentro y logística para los planes vacacionales del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), cuya sede principal queda justo frente a la plaza.
Pero desde hace 22 meses su área está habitada perennemente. Son más de 100 personas; entre hombres y mujeres, aunque en su mayoría son hombres quienes se inventaron una vida en el lugar con el objetivo de luchar por una deuda que se mantiene el gobierno desde 2007, heredada por la gestión del mandatario Nicolás Maduro. Estas personas son ex trabajadores de las sub contratistas de la Exxon Mobil en Venezuela.
Para ese año, Chávez expropió los activos de la empresa petrolera estadounidense en los campos Cerro Negro y La Ceiba, en la Faja del Orinoco. En aquel momento a los trabajadores se les prometió que serian adheridos a la nomina de PDVSA con el fin de que dejaran de ser tercerizados
Con el pago a Exxon Mobil, esa terrible historia de la infamia de la apertura petrolera la vamos dejando atrás», manifestó el ministro Rafael Ramírez, en aquella ocasión.
PDVSA y el Estado venezolano, aún no han cumplido el compromiso con los ex trabajadores de la empresa Exxon -quienes en el proceso de nacionalización fueron absorbidos por la estatal-, a los que se les adeuda pasivos laborales desde la fecha en que se ordenó la expropiación.
“Se nos hizo una estafa con las transnacionales. Somos más de 9.000 hombres y mujeres afectados por la estafa que hizo Exxon Mobil conjuntamente con PDVSA” comentó Enel Salazar, vocero de la protesta.
Salazar señaló que al momento de realizarse la nacionalización se les desconoció su derecho a la convención colectiva petrolera, y se sustituyó por las llamadas actas convenio que significaron un retroceso a sus derechos adquiridos.
En 2017, el Comité Ad hoc a cargo del procedimiento de anulación instado por Venezuela sobre el arbitraje, dio la razón a la República Bolivariana lo que evitó que el país afrontara el pago de los más de 1.400 m$. Sin embargo, en octubre de 2018, Exxon Mobil reabrió de nuevo el procedimiento a través de un “resubmission proceeding” o procedimiento de reenvío pendiente y en formación de un nuevo tribunal arbitral.