Con una trayectoria de casi 40 años, el sensei sigue llevando la esencia del karate a sus alumnos
Luis Huncal es, desde el año 1991, sensei de Karate-do tradicional estilo Okinawa Gojyu-Ryu. Comenzó con un tatami ubicado en un garaje en Caracas y lo demás es historia de la buena en el karate do nacional.
Se inició como gimnasta en 1964, disciplina en la que incursionó hasta 1968 hasta que conoció el karate do. Su visión para el desarrollo físico lo movió desde la infancia, pero fue el karate la disciplina en la que finalmente quedaría enganchado hasta la actualidad.
Huncal visitó los estudios de Contrapunto en donde nos contó todo acerca de su trayectoria y su desarrollo como profesional, que lo ha llevado convertirse con el paso del tiempo en un karateca integral.
Más allá de los logros deportivos, Huncal se ha destacado como una persona dedicada al máximo al karate, y a su enseñanza, convirtiéndose en uno de los sensei más reconocidos en el país.
Recientemente, recibió el sexto dan en Okinawa, Japón, un logro que menciona con orgullo, debido al esfuerzo y sacrificio que lo llevó a obtener dicho logro. En Okinawa, recibió formación en Matayoshi Kobudo, con el maestro Kamura y bajo la supervisión del Sensei Gakia.
En sus inicios en esta disciplina ha participado activamente en un gran número de campeonatos, como atleta y árbitro. En 1989 fue parte de la selección del estado Miranda en Kumite en la categoría de 80 Kilogramos. De igual manera, tuvo la oportunidad de asistir a gasshukus Internacionales en Venezuela, Okinawa, Argentina, Perú.
En 1998, Huncal participó en el campeonato mundial de Iiri Kumi en Okinawa y en 2008 participó en el campeonato internacional en Kata y Kumite Argentina.
En estos últimos 4 años se encuentra a cargo de preservar el Karate Tradicional en la organización IOGKF Venezuela, en el cuál ha llevado seminarios y reuniones mensuales con los distintos instructores.
Acerca de la práctica de esta disciplina, explicó que primordialmente las personas deben sentirse atraídas por el karate y no pensar que es solo «golpe y patada», ya que el acondicionamiento físico es fundamental en el desarrollo de la misma, y se puede comenzar a cualquier edad, en un dojo reconocido que permita el crecimiento humano de los participantes.