Los negociadores de Guaidó hablaron sobre Barbados, o al menos sobre lo que están autorizados a contar. Blyde y Martínez Mottola insisten en que no tienen quejas de los negociadores de Maduro, hasta el día que los dejaron embarcados
«Todos tenían la fe puesta en las negociaciones, hasta los aliados de Maduro», dijo el abogado Gerardo Blyde, algo que a su juicio no es casual. Blyde fue integrante de la delegación del presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, ante las negociaciones con el mandatario Nicolás Maduro, y el reino de Noruega como facilitador. Este martes 26 de septiembre estuvo en el foro organizado por Espacio Libre, que también contó con la presencia de Fernando Martínez Mottola, otro de los negociadores de Guaidó.
El ex alcalde de Baruta opinó que «Maduro varias veces se extralimitó» al hablar sobre lo que se estaba negociando en la mesa, y mucho más cuando «la discreción estaba totalmente justificada», por ser una petición explicita de Noruega.
Otro de los datos expuestos fue el de los acuerdos. La premisa que siempre mantuvo la delegación de Guaidó fue que «no podían haber acuerdos parciales», sino acuerdos de fondo, todo lo contrario a lo que planteaba la delegación de Maduro, según contó Blyde.
Durante las negociaciones, que posteriormente se mudaron a Barbados, hubo «mucha especulación», mayormente en redes sociales, consideró Blyde, quien insiste en que no se debe creer en «todo lo que dicen por allí» sobre lo que pudo haber pasado o no en Barbados.
La delegación de Guaidó mantiene que su objetivo central era lograr una salida pacifica al conflicto político a través de «una elección justa y libre», siempre y cuando fuera una elección presidencial y no el adelanto de las parlamentarias, porque «la Asamblea Nacional no es negociable», exclamó Blyde.
Por su parte, Fernando Martínez Mottola, quien fue ministro durante el gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pérez, revela que los noruegos, luego de la fase exploratoria entre ambas delegaciones «sí vio la posibilidad de llegar a un acuerdo».
Tanto Blyde como Martínez Mottola, mantienen su fe en la negociación, por considerar que no hay un mejor mecanismo para acabar con el conflicto político por ser un medio pacificó y que no necesita de la intervención de factores externos.
Ambos negociadores también dejan claro que, «antes de que se levantaran de la mesa», la delegación de Guaidó no tenía quejas sobre los miembros de la delegación de Maduro, con quienes aseguran tuvieron reuniones respetuosas, aunque con debates fuertes sobre los puntos en los que no coincidían, como por ejemplo: que significa el «cese de la usurpación» o sobre quién puede convocar a una Constituyente.