Este deporte tiene la exclusiva particularidad de ser un binomio en donde no solo el jinete es protagonista, gran parte de los resultados dependen del caballo que necesita tener el tratamiento y cuidado adecuado
A sus 73 años de existencia, el deporte ecuestre nacional trata de superar la pandemia del coronavirus: “Estamos tratando de gestionar un protocolo especial para la actividad ecuestre. Los atletas pueden estar en su casa haciendo preparación física, pero los caballos en una cuadra de 3×3 metros, no. Es muy fuerte para los caballos”, afirmó Patricia Velutini, presidenta de la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres, en entrevista para el Comité Olímpico Venezolano.
“Los caballos no pueden estar en una sala entrenando con videos. Además, en nuestra actividad somos pocos y nuestro deporte ya promueve el distanciamiento social, con un protocolo bien establecido. La preocupación es el bienestar de los animales”, comenta Velutini, sobre una disciplina que al menos requiere tres horas al día de actividad y al momento, los ejemplares solo logran 15 minutos, debido al poco personal en labores.
“Los caballos están perdiendo musculatura, comiendo menos y perdiendo la forma física y cardiovascular”, finalizó.
El deporte ecuestre venezolano debutó en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 con la participación de Victorio Molina, Roberto Moll y Josué Rivas.
Con información de Prensa COV