Para sus panes y cachitos tienen su masa madre, que se llama Martha y que crece más si hay música de Luis Fonzi y de Eros Ramazotti
Un helado es la ruta más corta para regresar a la infancia, y eso lo sabe la familia de migrantes italianos que está detrás de la heladería «Divinos Pecados». Aunque 12 es el número cabalístico de sus creadores, tienen mucho más que 12 sabores: son más de 500, aseguran, y eso incluye cerveza, stracciatella, galletas María, mandarina, pistacho. Fieles a lo que ese 12 significa, reabrirán formalmente el próximo 12 de febrero, pero en esta etapa piloto del presente se puede ir a darse el gusto de volver a ser niño.
La pandemia los obligó a cerrar por año y medio el local ubicado en el Centro Plaza de Caracas, pero aprovecharon ese tiempo para resolver pequeñas dificultades (dicen que el diablo está en los detalles) y para aventurarse en otros gustos y disciplinas, como la panadería. También tienen su masa madre, que se llama Martha y que crece más si hay música de Luis Fonzi y de Eros Ramazotti.
«La heladería es una pasión de nosotros», afirman los hermanos, para quienes «el secreto de un negocio no es el dinero; es la unión». Decidieron ampliar su oferta y hoy también es posible beberse un mojito, una sangría o un café, o comerse un bombón. «Queremos atraer a mucha gente», reiteran. El servicio es presencial o delivery. Y quien vaya al local se encontrará con la amabilidad de sus trabajadores y la sensación de estar en una casita de juegos.