«El hecho se registró a las 9:00 de la noche del 3 de abril en un área conocida como La Torre, ubicada dentro del Internado Judicial de San Felipe, conocido como La Cuarta» según pudo conocer el equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones
Dos venezolanos que estaban presos en el Internado Judicial de San Felipe, capital del estado Yaracuy, fallecieron por la explosión de una granada que, al parecer, manipulaba uno de ellos, informó este domingo 4 de abril la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Los fallecidos fueron identificados como Lenin Enrique Noriega Cariel, de 30 años de edad, y Ericson Francisco Romano González, de 28 años, detalló la OVP en un comunicado en el que recuerdan que el centro de reclusión es conocido popularmente como «La Cuarta».
La explosión se produjo sobre las 9:00 p.m. del pasado sábado, en un área denominada La Torre, ubicada dentro del centro penitenciario, según pudo conocer el equipo de la ONG.
Varias fuentes internas del penal detallaron a la OVP que los fallecidos eran «luceros», como se les llama a los hombres de máxima confianza del «pran» (líder de una banda) internado en el centro penitenciario.
Dichas fuentes explicaron al observatorio que los dos fallecidos «iban armados todo el tiempo».
Noriega Cariel era oriundo de Urachiche, del estado Yaracuy, y llevaba nueve años preso por homicidio y porte ilícito de arma de fuego, mientras que Romano González era de la parroquia Santa Rosa, en el estado Lara, y estaba detenido desde el 2017 por homicidio.
Tras la explosión, los visitantes fueron evacuados y quedaron 990 internos que «sobreviven a un sinfín de penurias dentro de esta cárcel», denunció la OVP.
A juicio del observatorio, este caso «deja en evidencia la decadencia del sistema penitenciario en Venezuela», puesto que «abunda la violencia, corrupción y el tráfico de armas».
«Es por esta razón que, desde la OVP, exigimos una investigación inmediata, oportuna y veraz sobre el ingreso de armas y artefactos explosivos al penal, en pro de evitar más muertes innecesarias y muy dolorosas para los familiares de los reclusos», concluyeron.