En medio de la disputa política en Venezuela, con una administración (la de Maduro) no reconocida plenamente en el ámbito internacional y un «gobierno interino» (de Guaidó) que no ha podido ejercer, Venezuela se enfrenta a la pandemia de COVID-19 y a la vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2.
Este miércoles, el mandatario Nicolás Maduro informó que su administración tiene un cronograma desde febrero hasta abril para la llegada de 10 millones de vacunas Sputnik V.
«Estamos estudiando unas vacunas chinas y es muy probable que sean aprobadas por el Instituto Nacional de Higiene», detalló Maduro en rueda de prensa con medios internacionales.
Por otra parte «estamos discutiendo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la liberación de 300 millones de dólares del oro secuestrado en Inglaterra», para adquirir vacunas de la alianza internacional Covax.
La semana pasada la OPS instaló una mesa de trabajo con los actores políticos y académicos para garantizar el acceso a las vacunas de Covax, lo cual incluía el pago de 18 millones de dólares de adelanto. Pero este miércoles, la OPS precisó que el país todavía no ha hecho el pago para optar por la cesta de inmunizaciones.