El Inaesin ve «con preocupación cómo han aumentado los casos de suicidios. Se trata de un problema de salud pública que daña a los trabajadores venezolanos de una forma casi silente»
El Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) alertó sobre la depresión en los trabajadores venezolanos, y también llamó la atención sobre los suicidios.
«Actualmente, y a pesar del cambio en las políticas públicas (no solo en Venezuela sino a nivel mundial), la situación no deja de generar estrés para muchos. El miedo al contagio ante tantos casos de muerte por el virus pone en tensión a muchos trabajadores, lo que en muchos casos lleva a depresión y ansiedad», subrayó. Por otro lado «aquellos trabajadores que lograron adaptar su trabajo al hogar (home office o teletrabajar) no escaparon de padecer ambos trastornos, pues tuvieron que afrontar el sentimiento de que no existe una desconexión real del hogar y del trabajo, adaptar un espacio y sumarse a la enseñanza en casa (sí tenían hijos). Realmente no están trabajando desde casa, están en la casa durante una crisis e intentando trabajar».
El Inaesin ve «con preocupación cómo han aumentado los casos de suicidios. Se trata de un problema de salud pública que daña a los trabajadores venezolanos de una forma casi silente».
Entre «la conflictividad laboral y el ímpetu de algunos para exigir reivindicaciones laborales, queda en segundo plano la situación de aquellos que, ya sin fuerzas para continuar subsistiendo ante la crisis y sin un sustento económico adecuado para cubrir sus necesidades, deciden poner fin a su vida».
El venezolano «vive del día a día de su trabajo, no existen ahorros ni seguridad social. Es por ello que el reciente confinamiento no pudo ser una opción para la mayoría puesto que se debatían entre morir de hambre o morir por causa de la COVID-19».