Dos palabras quedaron relegadas en estos meses de epidemia de COVID-19: mamografía y eco mamario. Pero es tiempo de retomarlas, porque el cáncer de mamas no se confina por el coronavirus, recuerda el cirujano oncólogo y mastólogo
Álvaro Gómez
«Al principio del año confrontamos problemas para entender la enfermedad y adaptarnos, desde el punto de vista oncológico», subraya Álvaro Gómez, mastólogo y cirujano oncólogo. «Las mujeres, en líneas generales, han estado en contacto con sus médicos» pero sí ha habido un retardo en la pesquisa.
Gómez divide en dos grupos: las mujeres que todos los años se hacen su mamografía de prevención, y las mujeres con diagnóstico de cáncer a quienes les tocaba su control y no pudieron hacerlo. Por eso habla de cuatro a seis meses de retraso en la prevención y en el seguimiento de las pacientes. Probablemente «hemos dejado de diagnosticar enfermedades en estadios tempranos», detalla. En otros países se calcula que 40% de los diagnósticos de enfermedades tempranas no se han podido concretar porque las mujeres no se hicieron la mamografía, aun cuando de Venezuela no hay datos.
La que más nos preocupa es la paciente que se hacía su estudio anual y que en 2020 no cumplió con esta rutina, explica. Como hoy día se sabe mucho más de lo que se sabía en marzo, el médico recomienda retomar los estudios y dejar atrás el miedo al contagio con el coronavirus, porque ya se sabe cómo protegerse. Ahora se trabaja por horarios, previa cita, con medidas de bioseguridad, recuerda.
Plenamente consciente de que las venezolanas tienen otras prioridades, como alimentación y transporte, Gómez insiste en que no se debe dejar atrás este examen. «Hay que hacerse una mamografía de calidad, una mamografía digital. No hay que ahorrarse en la mamografía. Una mamografía barata probablemente sea una mamografía de mala calidad y que dé una falsa seguridad». Se necesita «una mamografía de calidad, digital».
Para el mastólogo, las mujeres deben recordar que «lo barato sale caro», o lo que es lo mismo, que si la mamografía no es precisa no se observarán las lesiones.
Aunque «esta es una época de combos», el especialista pide no caer en la tentación del combo de mamografía y eco mamario si no son de buena calidad.
El eco es un estudio complementario para las mujeres que tienen mamas densas, posiblemente de menos de 50 años de edad, detalla Gómez. Pero, reitera, «no sustituye la mamografía».
Toda mujer, a partir de los 35 años de edad, debe hacerse su mamografía de calidad una vez al año. El «tócate» y el «tócame» cumplió y cumple su función, porque el autoexamen puede dar pistas sobre lo que sucede en los senos, remarca. «Pero la idea es que la paciente no se toque la lesión» porque la detección es tan precoz que no se toca la pelotica.
El tener prótesis mamarias no es excusa para no realizarse la mamografía, puntualiza. El radiólogo sabe qué debe hacer para ver qué sucede en los senos incluso con los implantes.