«Las autoridades de facto contra viento y marea pretenden realizar descaradamente, el próximo 6 de diciembre, la elección de una nueva Asamblea Nacional a su medida», denunciaron organizaciones como Tercer Camino, Partido Socialismo y Libertad, CCURA, Vanguardia Popular y dirigentes como Thony Navas y José Bodas
Organizaciones sindicales y dirigentes políticos de izquierda comenzaron a recoger firmas para defender un llamado a la abstención en las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre y por un plan de lucha contra el hambre. «Solo la lucha cambia la vida», aseveran.
«El gobierno venezolano está escribiendo actualmente otra crónica más de un fraude anunciado, como lo viene haciendo desde el año 2016. ¿Por qué decimos esto? Porque las autoridades de facto contra viento y marea pretenden realizar descaradamente, el próximo 6 de diciembre, la elección de una nueva Asamblea Nacional a su medida», señalan organizaciones como Tercer Camino, Partido Socialismo y Libertad, CCURA, Vanguardia Popular y dirigentes como Thony Navas y José Bodas.
Consideran que «estamos en presencia de un fraude cantado, cuyos elementos están a la vista de todo el mundo: una directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) subordinada al gobierno, pues fue nombrada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), también afecto al gobierno; inhabilitación política de dirigentes opositores, intervención por parte del TSJ de las directivas de los principales partidos de oposición, sean de la oposición patronal o del chavismo disidente, sustituyendo sus directivas por otras “ad hoc” nombradas directamente por el mismo TSJ, con lo cual el gobierno logró cooptar a una parte de la oposición para que le hiciera el juego en este proceso de relegitimación».
También suman «la detención de candidatos o posibles candidatos, ilegalización de partidos, como en los casos de REDES, Marea Socialista y el Partido Socialismo y Libertad (PSL), entre otros; violación de los derechos electorales de los pueblos indígenas, que según el TSJ, deberán elegir sus diputados a mano alzada, en función de un supuesto derecho “de usos y costumbres”; manipulación de los circuitos electorales, aumento del número de diputados y, finalmente; violación descarada del derecho al voto de los millones de venezolanas y venezolanos residenciados en el exterior».
Estas son las acciones que proponen:
-El próximo 6 de diciembre, llamamos a no votar como manifestación genuina del repudio generalizado a las políticas anti-populares y dictatoriales de este gobierno hambreador y corrupto.
-Rechazamos la criminalización de la abstención, por cuanto en la CRBV, en su artículo 61, establece el derecho de libertad de conciencia, del cual se entiende que la abstención es parte del ejercicio de este derecho constitucional. Por tanto, no está proscrita en las leyes venezolanas, quedando demostrado que la abstención no persigue fines injerencistas, terroristas ni golpistas.
-Nuestro llamado a la abstención este 6 de diciembre, no tiene nada que ver con la política entreguista, corrupta y pro imperialista de la cúpula dirigida por Guaido, Maria Corina Machado o Antonio Ledezma, entre otros sectores de la oposición patronal, porque no representan los intereses del pueblo trabajador y del conjunto de sectores oprimidos.
-Convocamos a toda la población a manifestar su rechazo al gobierno y su farsa electoral este 6 de diciembre, con un GRAN CACEROLAZO por la dignidad y contra el fraude, a las 7 de la noche.
-Nuestro llamado urgente y categórico es a organizarnos y movilizarnos en torno a un plan de lucha contra el hambre y en favor de la vida, que realmente responda a la grave crisis social, sin precedentes en los últimos 50 años en nuestro país.
-Se requiere con urgencia tomar medidas para evitar el colapso de los hospitales y el incremento de fallecimientos especialmente por COVID-19, y atender la grave situación social que está llevando al hambre y la miseria a millones de personas y que ha precarizado las condiciones de vida y de trabajo de la población en general, producto de la destrucción y paralización de la economía y de la imposibilidad de salir a trabajar debido a las medidas de distanciamiento social, la cuarentena y la represión militar y policial que ha tomado el control de la vida cotidiana y conculcado los derechos más elementales de los ciudadanos.