El dirigente de Avanzada Progresista señala que la intolerancia a la crítica es una de las razones que desató la crisis en su partido. Asegura que el discurso de todos los integrantes de la organización es coincidente por lo que sostiene que la discusión no tiene que ver con un tema programático. «No sé por qué no metimos en este berengenal»
Ricardo Ríos es un curtido militante de la izquierda venezolana y ahora forma parte del partido Avanzada Progresista que vive un debate interno que pareciera tener como futuro la división de esta organización.
Este profesor universitario y diputado a la Asamblea Nacional llega a la hora, caminando por Caracas y se muestra amable con la redacción. Luego de ajustar el estudio y compartir un café prendemos las luces y hacemos la entrevista.
-¿Cómo es que ustedes le robaron el partido a Henri Falcón?
-A Henri Falcón alguien le echó un cuento: “Mete tu cosa en el CNE que ¡eso está listo!” nada más peligroso en Caracas que cuando alguien te dice “eso está listo” . Nosotros tenemos una discusión muy intensa en el partido sobre los resultados electores del 6 de diciembre de 2020, pasando por el 21 de noviembre de 2021 y los resultados de Barinas. Todo ese paquete lo teníamos pendiente de discutir con Henri Falcón, porque como dirección nacional sí lo habíamos hecho, pero con él como presidente del partido no, porque no había venido, él se queda perdido en Lara, no asiste, no tiene vida interna.
-¿Y eso genera la división de un partido?
-Por eso es que me río. Eso no puede ser que eso genera la división de un partido. En una “cuentica” que me puse a sacar de las frases políticas de los dirigentes de Avanzada Progresista de enero aquí, cuando se supone que estaba en de ebullición el clima de guerra, el 85% de coincidencias.
-Entonces… ¿Qué es lo que genera esa ruptura?
-Creo que haber presentado la crítica a los resultados electorales. Interpretar esas críticas como una agresión personal. En una reunión pequeña en el Comité Ejecutivo hicimos la evaluación y como todo partido en el mundo evaluamos lo bueno y evaluamos la malo.
-¿Y eso no pudo resolverse a lo interno en el partido?
-Se debe. El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa decía que “cuando un hombre inteligente se equivoca en tonterías no es error es maldad”, entonces uno se pone capcioso. El debate alrededor de la decisión de la salida de Henri Falcón de Avanzada Progresista está lleno de frases capciosas.
-¿Cómo cuáles?
-La frase «votaron los tres rectores del Gobierno». No te parece extraño que los tres compañeros que dividieron la fracción de la oposición en la AN, que dividieron a Copei aparecen en la dirección de Avanzada Progresista.
-¿Usted dice que hay unos factores externos que quieren acabar con Avanzada Progresista?
-Yo creo que quieren “caotizar” a la oposición.
-Henri Falcón sostiene que desde el Gobierno hay una maniobra porque los tres rectores vinculados al oficialismo favorecieron a su sector.
-Nosotros fuimos favorecidos por el CNE.
En este momento Ricardo Ríos hace una pausa. Con su acento caraqueño lleno de ironía dice: “Yo no sé si me favorecieron. Lo que sé es no me desfavorecieron, que es distinto”.
Retoma su discurso sobre el conflicto en su partido y señala que “cuando el debate se dio y acordamos vamos a un proceso interno y elegimos. Todos estuvimos de acuerdo en los estatutos actuales son caducos, absurdos y… ¡Vetustos! Esa es la palabra que nos regaló Henri Falcón para este debate”.
“Entonces dijimos vamos a cambiarlos. Hacemos un proceso interno, nombramos una comisión electoral, un registro electoral, unas bases electorales, votamos y que gane el mejor y no hay pleito. Porque la definición de políticas que dividen a la oposición, el debate, el voto, el diálogo, la solución pacífica, electoral y democrática, todo eso lo repetimos”, sostiene Ríos.
Para ilustrar la coincidencia comenta que “si tu cierras los ojos y no ves quien está hablando en televisión, lo único es que vas a saber es que es de Avanzada Progresista. No vas a saber si es Luis Augusto (Romero), si es Henri o soy yo, en eso estamos muy de acuerdo. Entonces Henri dijo vamos a una asamblea, y desconozco a todos los secretarios generales”.
-¿Por qué no fueron a la asamblea del Hotel Ávila?
-Porque era ilegal y violentó el acuerdo de la dirección nacional.
–Si hubiesen ido… ¿no hubiesen ganado?
-No tenía sentido ir porque había demasiada gente que no era del partido. No era una reunión de Avanzada Progresista, sino una movida astuta para hacer una mayoría. Yo fui candidato y me enteré tres días después. Había un tinglado montado para legalizar una operación política administrativa, que no de ruptura programática, sino de manejos administrativos más bien burocráticos de ciertos cargos dentro de la dirección. Como responsables de los asuntos internacionales nombraron a un señor que vive en Suiza, porque en las redes estuvo a favor de Henri, además es un muy amigo de Neri en su infancia.
Ríos vuelve a hacer una pausa, piensa, reflexiona y dice: “Allí uno puede ir poniendo nombres de gente con la que uno tiene buena relación. ¡Yo no sé por qué nos teníamos que meter en este berenjenal!”
“Uno se pregunta: ¿A quién beneficia esto? A qué se refería Henri cuando decía: “Yo voy al CNE porque Maduro es más amigo mío que de ustedes”. Yo creo que le echaron un cuento malo. Henri llegó con una recua de mulas al CNE y alguna se le perdió. Yo fui al CNE en calidad de imputado y a demostrar inocencia y lo que dije fue que lo correcto, se haga correctamente”, sentencia Ricardo Ríos.
-Henri Falcón dice que se van a quedar con un cascaron vacío. En Lara tiene 200.000 votos y el exgobernador puede decir que son de él. ¿Cuántos votos tienen en el país?
-Parte del problema es que Henri no quiere analizar esto. Él arranco con 490.000 votos cuando gano la gobernación con el PSUV y después viene una sucesión de elecciones en los que la única características común es que los resultados siguientes son menores que el anterior, siendo su peor resultado en Lara en su candidatura a la Presidencia de la República.
-Eso le pasa a todos los dirigentes que participan. La tendencia es que bajen y esto puede estar vinculado a la baja de la participación.
-Unos sí, pero otros no. A Rosales le fue bien y a Morel también. Hay que analizar las cosas con la crudeza que se requiere en la política para que uno tenga una decisión clara. Ciertamente Henri sacó un montón de votos y uno viene y saca la cuenta votos entre presupuesto de campaña y ahí no sale tan bien. A eso se contraponen sitios donde ni siquiera tuvimos presupuesto de campaña como Nueva Esparta y tenemos nueve concejales. La relación costo beneficio en Lara es la peor de toda Venezuela. ¿Es malo perder a Henri Falcón? ¡Claro! ¿Es malo dividirse? ¡Por supuesto! Tenemos una política nacional de unidad, de promover la participación vía primarias porque no vemos posibilidades de consenso y vamos a aparecernos con un partido dividido, eso es irracional.
-Pasemos la página de Avanzada Progresista. Los partidos de oposición se ven divididos: AD, Copei. En Primero Justicia y Voluntad Popular también se ven fragmentaciones y ahora Avanzada Progresista que es un partido de apenas 10 años. ¿Cómo pueden ser una opción de poder en estas condiciones?
-No hay forma de ser una opción de poder con este espectáculo de división que estamos dando. Si no aprendemos a superar las diferencias y entender que la democracia tienen incluida la crítica y que cuando lo critican dentro del marco del respeto, podemos retomar el camino del partido que veníamos trayendo y volver a ser uno de los puntos de contacto de oposición.
El dirigente y diputado a la Asamblea Nacional habla de algunas virtudes que percibe en la organización a la cual pertenece. Ríos señala que Avanzada Progresista es un partido bisagra con “buenas relaciones con el G4, con la Alianza Democrática y con el resto del país”.
“Esa encrucijada de opiniones que nos reconocen como vocero con posiciones claras pero racionales, creo que le podrían prestar un buen servicio a la unidad. No creo que podamos sacar un montón de votos, pero políticamente estamos capacitados para construir consensos”, señala Ríos.
-Frente al llamado al diálogo hecho por Miraflores y que parece no regresa a México… ¿Cómo se pone de acuerdo la oposición para ir a ese diálogo con una posición coherente?
-El diálogo es muy necesario. Uno de los defectos que tuvo el diálogo de México fue que habló con segmentos. Dividió. Dijeron, habló con Plataforma Unitaria, luego con la Mesa de Diálogo Nacional y no hubo la triangulación y esos eran los protagonistas del momento político. Creo que en términos de resultados la tan maltratada “mesita” dio los resultados políticos que nos trajeron hasta aquí. Del diálogo quedó la incorporación de Manuel Rosales y su victoria que yo celebro.
Llegado este punto Ríos se pregunta: “¿Cuál es el diálogo que necesita el país? ¿La ratificación de las once mil divisiones o el consenso de los protagonistas del país. Fuera de los partidos está pasando el país. Está ‘ocurriendo’ el país’. El país es más importante que la vida interna de los partidos. En ese diálogo tiene que estar el país, las universidades, Fedecámaras, los sindicatos, la Iglesia y cuanta organización social exista. Allí es donde hay que construir las propuestas para el país en la salud, en educación, en lo económico y en lo político”.
-¿Cuál es el espacio para construir esas propuestas de la oposición para confrontarlas con el Gobierno?
-Debe retomarse los diálogos entre los factores democráticos. Pero no con el “pushismo”, porque cada vez que ha habido asociaciones en la oposición lo primero que piensan en un golpe de Estado, vamos contratar unos marines y pedir que los marcianos invadan para construir una alternativa política para gobernar a Venezuela y transformar a Venezuela, como se entendió en la MUD del 2015, los resultados efectivos están a la vuelta de la esquina.
-Usted propuso una comisión de buenos oficios para resolver el problema en Avanzada Progresista. ¿No hace falta una comisión para resolver el problema de las oposiciones? El espectro es muy amplio y va desde Vente Venezuela hasta Alternativa Popular Revolucionaria.
-Hay que estar claro que semejante panoplia no cabe en un solo saco. Lo primero que hay que entender que los acuerdos políticos primero se hacen entre los que se parecen y luego se negocia con los que no se parecen, en un cálculo acertado electoral y político. No es solo ganar… ¡Hay que gobernar! Para que al día siguiente cuando los semáforos apunten para un lado haya alguien que atienda el llamado. Nada de eso que tu das órdenes en Miraflores y hay un país ingobernable afuera. Hay que tener un acuerdo de gobernabilidad.
-¿Quiénes se pueden poner de acuerdo?
-Los sectores más comprometidos con el cambio. Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática en todas sus versiones. Una parte importante de Primero Justicia. Creo que la Alianza Democrática, con sus fallas, ha demostrado madurez para superar contradicciones. Los empresarios y las universidades pueden ser una base social importante para proponer que la gente comience a nuclearse, el núcleo va a ser mucho más complejo. Y algo muy importante… ¡Las regiones! No podemos seguir pensando que Venezuela es Caracas y lo demás es monte. Aquí hay movimientos intelectuales de muy alto vuelo en todas las regiones.