«La idea de que va a llegar la caballería en un tiempo perentorio para rescatarnos de esta crisis es demasiado optimista», concluye el consultor de Crisis Group. «El gran miedo de los que están en el gobierno es qué puede pasar si la oposición, tal como está constituida en este momento, llegase al poder», plantea. Gunson considera que cualquier negociación necesitará amigos externos, como Rusia y EEUU, «que se comprometan con el proceso y que sean capaces de llegar a algún acuerdo sobre qué geopolíticamente es aceptable en Venezuela»
Que los venezolanos podamos creernos a veces «el ombligo del mundo» no quiere decir que lo seamos.
«El conflicto venezolano está estancado», opina. «Vemos una especie de estancamiento en el conflicto político entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición mayoritaria liderada por Juan Guaidó», y aun cuando ha habido nuevos intentos de los noruegos «es un intento muy incipiente todavía».
A su juicio «la esperanza que representaba la llegada del gobierno de Biden está en veremos, por la misma dificultad que tiene el gobierno norteamericano de arrancar» y porque Venezuela no es «evidentemente la primera prioridad en su lista». Tampoco ha habido acercamiento entre Biden y la Unión Europea.
«Todo luce muy estancado en un momento en que la población está más desesperada por una solución; entre otras cosas, por la pandemia», analiza.
«El gobierno noruego está disponible para las iniciativas de las partes», asevera, pero se pregunta si las dos partes tienen la voluntad de «sentarse nuevamente para esta vez llegar a un acuerdo que funcione, un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Todavía hay algunas interrogantes sobre eso».
-¿Cuáles son esas interrogantes?
-Por parte de la oposición de Guaidó, lo que fue el G4 y esta nueva plataforma unitaria que algunos llaman el GPlus han insistido en que tiene que ser una negociación que abarque todo. Que incluya elecciones presidenciales, que resuelva todos los elementos pendientes en materia electoral. Evidentemente eso incluye levantar las prohibiciones que tienen algunos políticos y algunos partidos de la oposición. Y llama la atención que, en medio de los intentos por parte de otros elementos de la oposición y organizaciones de la sociedad civil de negociar un nuevo CNE, diciendo que no están de acuerdo con ese proceso, la oposición de Guaidó entre con una nueva propuesta de negociación universal. Cabe la duda de si lo que realmente estaba arrancando un nuevo proceso, o si quiere descarrilar un proceso que está en marcha sobre el CNE. Por parte del gobierno de Maduro, las mismas dudas de siempre: ha habido tantas negociaciones y al gobierno de Maduro le parece interesar siempre dialogar, pero no necesariamente para hacer concesiones, sino para dividir a la oposición.
-¿Al gobierno de Maduro le interesa dialogar para dividir?
-Creo que es un elemento que siempre está allí, pero no creo que sea todo. No hay que olvidar que el gobierno no la está pasando bien. Puede ser que a nivel político ellos están viendo el camino más despejado, en el sentido de que ganaron este round a la oposición; el round que empezó en enero de 2019, y terminaron llevando a cabo la elección legislativa en diciembre y tienen control absoluto de la Asamblea Nacional. Pero a pesar de eso están aislados internacionalmente, tienen una situación extremadamente difícil, están bajo sanciones muy severas. Son cosas que no son fáciles de resolver. Necesitan alguna negociación, necesitan algún tipo de acuerdo. La pregunta es: ¿Qué están dispuestos a ofrecer para que ese acuerdo se dé? En cualquier proceso de negociación ambos tienen que ceder. Ambos tienen que dar algo.
-¿Ve voluntad en los dos bloques de ceder?
-La verdad es que no. Puede que esté y no la estemos viendo. Por el lado del gobierno de Maduro veo una actitud bastante dura. Ellos creen que la situación de la democracia en Venezuela está bastante buena, que no hay que hacer concesión, que las sanciones deben levantarse porque sí, porque son injustas. Por el lado de la oposición siguen insistiendo mucho en la presión, supuestamente va a llegar el momento en que el gobierno tendrá que ceder porque la presión interna y externa es demasiado grande. Creo que sigue siendo en el fondo la posición de base de la oposición. Siento que en este momento la oposición no cree que el gobierno haya llegado a un punto de ceder en lo que la oposición está esperando. Dudo de que haya esa voluntad.
-¿Qué evento tiene que ocurrir para que ambos bloques decidan que deben negociar? Por lo visto, el hambre no es. La muerte de venezolanos, no es.
-No. Si fuera por eso hubiéramos llegado hace tiempo a un acuerdo. Creo que por el lado de la oposición quizá el obstáculo principal en este momento es el apoyo que siguen sintiendo por parte del gobierno de Estados Unidos. En 2019 la actitud de la oposición fue «nosotros ganamos», porque la principal potencia del mundo está de nuestro lado, tenemos 50 o 60 países que nos reconocen y es solo cuestión de tiempo. Y a pesar de que ha habido cambios, como en la Unión Europea, que no reconocen a Guaidó como presidente interino (al menos, visiblemente), en Estados Unidos no es así: Ellos siguen apoyando al gobierno interino, siguen apoyando a Guaidó como figura, ha habido algunos cambios menores de retórica. Creo que mientras eso persista es probable que la oposición de Guaidó no vaya a cambiar en ese punto fundamental. Y el gobierno de Maduro creo que sigue pensando que puede sobrevivir; que por más que lo sancionen, por más que lo aíslen, por más mala que se ponga la situación económica siempre habrá una manera de resolver. Por ese lado es más factible que haya una voluntad de hacer concesiones si tuviera la confianza de que al otro lado de ese proceso hubiera algún tipo de garantía. El gran miedo de los que están en el gobierno es qué puede pasar si la oposición, tal como está constituida en este momento, llegase al poder.
-¿Entonces hay un problema entre quienes han facilitado el diálogo, para garantizarles a Maduro y su entorno algunas cosas y comprometer a la oposición en otras?
-Sí. El trabajo de la facilitación no es fácil.
-Pero no lo han logrado.
-No lo han logrado. Hasta el momento recordemos que en el caso de Noruega nunca pretendieron ser mediadores. Ellos facilitan, actúan como intermediarios en el sentido de que llevan las ideas que recogen en el lado del gobierno a la oposición, y viceversa. Un mediador puede hacer más, puede hacer sugerencia,s puede moldear el proceso de negociación y eso no se ha hecho todavía.
-¿Se necesitan otros factores?
-En Crisis Group siempre hemos dicho, y no somos los únicos, que hará falta, en una futura ronda de negociaciones, algo más allá de la facilitación. Va a tener que ser algo como un amigo externo, de los amigos poderosos de ambos lados. Por un lado EEUU, por el otro lado Rusia. Que se comprometan con el proceso y que sean capaces de llegar a algún acuerdo sobre qué geopolíticamente es aceptable en Venezuela.
-¿Cómo garantes?
-Como garantes futuros probablemente sí.
-¿Quién logra constituir ese anillo externo de amigos?
-Hubo un tiempo en que el gobierno sueco reunía a casi todos los aliados externos de ambos lados, junto con potenciales mediadores, incluyendo el Vaticano, para unas reuniones a puerta cerrada donde pudieran expresar libremente su parecer con respecto a Venezuela. Sería bueno comenzar de nuevo con algún proceso así, para en el futuro constituir ese anillo externo. En este momento debo confesar que el ambiente geopolítico en el mundo no favorece eso. Si vemos lo que está pasando con Washington y Moscú, con Washington y Beijing, no hay ambiente para hablar. Algo hay entre EEUU y China sobre la crisis climática, pero en la mayoría de los casos están bastante estancados, porque hay mucha hostilidad entre esas tres grandes potencias. Imaginarse que en algún momento van a tener el tiempo y la inclinación para sentarse a hablar de Venezuela es quizá demasiado optimista. Eso no significa que sea necesariamente imposible en un tiempo previsible, pero en este momento no creo que sea muy fácil hablar de eso.
-El ambiente geopolítico no favorece una negociación en Venezuela en este momento. ¿Por cuánto tiempo más?
-Jejejejejeje. ¿Quieres que saques la bola de cristal? Imagínate: Cuando EEUU llegue a algún acuerdo con Putin sobre Ucrania y sobre Siria, cuando los chinos dejen de amenazar a Taiwán… Puede pasar un tiempo. Aterrizando de nuevo en Venezuela, lo que eso significa, para nosotros que vivimos en este país, es que la idea de que va a llegar la caballería en un tiempo perentorio para rescatarnos de esta crisis es demasiado optimista. Lo que hay que hacer es ponerse a trabajar en lo que se pueda, y afortunadamente hay muchos venezolanos muy valiosos trabajando en eso.