Luis Huncal y el karate como herramienta para afrontar la pandemia

Arnaldo Fernández l @fernandzarnaldo

Esta disciplina otorga una seguridad tanto física como mental, muy necesaria para poder sobrellevar una de las épocas más difíciles que haya recordado la humanidad

En estos tiempos de pandemia, en donde las emociones se encuentran a flor de piel y las malas noticias abundan sin que podamos escapar de ellas, el karate surge como una alternativa para mantener el equilibrio físico y espiritual.

Para entrar con mayor profundidad en este tema, Contrapunto conversó a través de un Instagram Live con el sensei y sexto dan, Luis Huncal, quién nos explicó más a detalle sobre como el karate se convierte en un elemento de armonía para sus practicantes.

«El karate es una disciplina que para entenderlo y entrenarlo se requiere de mucha constancia y mucha paciencia, entrenamiento no solamente físico y espiritual, la debida respiración del cuerpo y una cantidad de cosas que hacen que el karateca tenga herramientas para confrontar las situaciones difíciles que la vida nos pone por delante», afirmó.

Fotos: Rafael Briceño / Contrapunto

Huncal comenzó en la gimnasia y luego pasó al karate, tenía habilidades acrobáticas desde niño, poseía ciertas condiciones físicas que se lo permitían y al pasar al deporte de las manos vacías, comenzó desde un garage: «El karate lo puedes practicar desde cualquier sitio. Nuestro maestro mundial nos indica que el dojo, que significa «lugar del camino», puede estar ubicado en cualquier sitio».

Con respecto a la pandemia destaca que es una situación en la que muchos no se sienten aludidos, pero nadie esta exento a padecerla, en su caso particular, sufrió la pérdida de su hermana hace seis meses.

Destaca el hecho de hacer un poco de entrenamiento físico y respiratorio en casa para poder mantenernos un poco más saludable ante cualquier situación, recuerda el hecho de que el virus ataca más fuerte a las personas que tienen alguna debilidad en su cuerpo.

«El karate comienza con un entrenamiento físico en donde las personas tienen que ir aprendiendo cosas nuevas, movimientos, interconexiones neuronales que refieren al cerebro e ir haciendo la parte kinestésica, amoldado a las técnicas de kárate y lo que exigen los katá», señaló y explicó que los mismos deben hacerse hasta ir logrando la perfección.

Para realizar estos movimientos, nos explica que es muy importante la concentración ya que una vez lo logras debes comenzar a corregirlos sin salirse de contexto. Se debe lograr adpatar el cuerpo a los movimientos, así se ayudará a las personas a obtener una hilaridad de pensamientos en un momento dado cuando así se disponga.

En el estilo okinawense que difunde el sensei Huncal, se encuentra un katá que se denomina «Sanchin» y que significa tres batallas, las mismas tienen que ver con el cuerpo, la mente y el espíritu. El cuerpo posee la fortaleza y lo que tiene que ver con el movimiento, en el espíritu encontramos la respiración, de manera que la energía del aire entre en el cuerpo para tener la capacidad de respuesta mucho mayor al tener ese entrenamiento.

Para Huncal este katá es primordial y destaca que va desde los dedos de los pies hasta el cabello. «Todo el cuerpo debe estar en tensión, incluso al caminar. La concentración estará en cada músculo del cuerpo. Posteriormente se encuentra la ejecución».

La primera batalla al realizar este ejercicio es el cuerpo, la segunda los pensamientos y la tercera es la respiración, mediante la cual se debe tomar el aire sin perder la posición ni los movimientos del katá: «Debe haber una conexión con la energía del aire que respiras, el cual es el 70% de la vitalidad y el drenar las toxinas del cuerpo».

Mediante este katá se beneficia la parte pulmonar, y al hacer la exhalación se renueva la energía y ayuda a la limpieza interior del organismo.

De igual manera habla de los masajes internos que se realiza en el cuerpo con la aplicación de este katá, tomando el aire, subiendo hasta el pecho y con movimientos abdominales.

El sensei Luis Huncal destaca la manera en que hemos tenido que reinventarnos, y en este sentido el kárate no escapa a esta nueva realidad: «Debemos dar el ejemplo, hacerlo duro fuerte y como si estuviéramos en el dojo, exigiéndonos más para sentir esa energía. El mejor certificado que puedes conseguir es que tus alumnos vuelvan a entrar».

Otro beneficio que a su juicio crea el kárate ante la pandemia, es que el mismo da una sensación de seguridad interior que va acorde con el entrenamiento: «Esa seguridad hace que vivamos esta situaciones con cierta paz aunque no del todo y dominio, porque al entrenar tu debes adaptarte a las situaciones y a lo que está pasando en el momento».

«Además de seguridad, el kárate da un dominio de situaciones distintas. Los entrenamientos no son siempre iguales, siempre consigues una situación distinta en el dojo. Debes adaptarte a los cambios rápidamente».

En la parte deportiva, menciona el hecho de enfrentar situaciones nuevas, rivales nuevos y romper el miedo escénico que tienes en tu vida, en su caso su pero miedo fue el primer katá que tuvo que hacer, fue más difícil que hasta el propio combate.

Todo esto considera que prepara al ser humano para reaccionar de manera distinta, el karate ayuda a defendernos sin hacer daño, resolviendo situaciones con autoestima y reinventándonos en situaciones como la que estamos padeciendo en este momento.

«Actualmente estamos viviendo una gran oportunidad que nos da la vida, de reconstruirnos. Es importante que nosotros mismos vayamos generando proyectos, la vida no se ha acabado, la vida se acaba cuando damos el último suspiro pero por ahora debemos generar proyectos importantes con transformaciones de lo que éramos antes de la pandemia y después de la pandemia, entre agendas para hacer ejercicio, rutina y momentos de recreación y compartir con la familia», señaló.

Lo primero que desea hacer al finalizar esta pandemia es un gran entrenamiento de karate, que incluya representantes de todos los estilos y seguir haciendo crecer esta disciplina con sus conocimientos y experiencia dentro del tatami y fuera de el.