Héctor Acosta: El cese de la usurpación puede ser por un acuerdo entre sectores del chavismo y la oposición

Texto: Vanessa Davies. Fotos: Rafael Briceño-Contrapunto

Cómo cesar la usurpación es la pregunta que los venezolanos quisiéramos responder, afirma el historiador. La destrucción del país es insostenible para chavistas y opositores, subraya. En su opinión, Nicolás Maduro puede seguir en el poder, pero desgastado, y Juan Guaidó no debe «casarse» con demócratas ni republicanos en Estados Unidos.

A Héctor Acosta no se le puede pedir que intente anticipar lo que ocurrirá en el futuro. Un tuit suyo, de 2018, es famoso: «Los historiadores profesionales y de oficio nos ocupamos del pasado. Del futuro, los magos, astrólogos y adivinos». Por eso Acosta se concentra en digerir el pasado y masticar el presente, pero sin aproximaciones a lo que vendrá.

«El sistema político actual autoritario no es valido para el chavismo ni para las fuerzas democráticas, y las negociaciones siempre serán una posibilidad. Esta destrucción del país es insostenible para todos. Esto no beneficia a nadie, salvo a un grupo de cubanos y de militares», subraya el profesor universitario en entrevista con Contrapunto.

-Hay partidos proponiendo una pacificación. ¿Tiene sentido?

-En absoluto, porque en Venezuela no ha habido una guerra, no ha habido un alzamiento militar, no hay un conflicto armado. La paz es lo opuesto a la guerra. Para que haya pacificación tiene que haber ocurrido o estar en curso un conflicto armado. Aquí ha habido un proceso de disminución de la población debido al éxodo, casi 6 mil muertos por ejecuciones extrajudiciales, pero eso debe al uso de fuerzas represivas.

-¿Pero no necesitamos medidas para bajar la tensión?

-De quien maneja el aparato estatal, ya sea en condición de usurpador o de gobierno, como algunos lo llaman, deben emanar las iniciativas convincentes y tangibles. Hace más de 15 días se habló de liberación de presos políticos, y hasta ahora no hay gestos concretos, consistentes para que puedas decir que hay voluntad y disposición para bajar el clima de tensión.

-¿Cuáles deberían ser esas medidas?

-La liberación absoluta e incondicional del presos políticos, regreso de exilados, restitución de facultades de la Asamblea Nacional. Esos son gestos inequívocos. No los he visto desde hace muchos años. Quien tiene el sartén agarrado por el mango es el que puede producir los huevos. Para crear un clima de entendimiento el que tiene el sartén es el que debe hacer los gestos.

-La oposición ofreció cosas en enero de este año que no se cumplieron.

-No se ofreció. Se propuso una hoja de ruta. El que está en la oposición busca compartir, asumir, conquistar.

-La gente esperaba que eso se consiguiera.

-Cuando estás en el liderazgo alterno tienes que ofrecer una hoja de ruta, pero ese tipo de ofrecimiento, ese planteamiento no se puede confundir con una oferta electoral o política. No estamos bajo en un régimen democrático. El primer elemento es la caracterización del régimen político. Esto es un ABC. Los sistemas democráticos no tiene presos políticos.

-¿Qué es esto, entonces?

-Es un régimen autoritario, en el cual no hay libertad de prensa ni de pensamiento. Hay tuiteros detenidos. Hay personas secuestradas.

-¿Cuál es la vía para recuperar la senda democrática?

-Son procesos sui generis. En Alemania hubo una guerra, con Franco hubo que esperar que se muriera. Nosotros tuvimos que esperar que muriera Gómez. Pérez Jiménez fue resultado de una circunstancia. Toda la teoría política habla de formas de hacer la política bajo libertades políticas. Cuando no hay, para retomarlas se trata de procesos sui generis. Aquí ha habido manifestaciones, alianzas internacionales; se ha recurrido a todos los mecanismos. La sociedad venezolana ha hecho todo lo que le corresponde hacer para reconquistar sus libertades. Lo dice Maquiavelo: cuando los pueblos conocen la libertad no se acostumbran a la tiranía, y nosotros conocimos la libertad durante 40 años.

-¿Cuáles son los pasos para recuperarla?

-No hay recetario. Para recupera la libertad en un régimen autoritario no hay recetario. Veamos el caso Requesens: sin juicio, secuestrado. No se puede decir nada. ¿Cómo luchas por la libertad de Requesens? ¿Puedes ir ante un juez? No. Es un régimen de fuerza que impide la restitución del clima de libertades. Eso no significa que la historia se paraliza.

-¿No se hace nada?

-La historia no se paraliza; la historia sigue. Los procesos sociales siguen. Pueden ocurrir dos cosas: que la situación de destrucción nacional prosiga, o que desde las entrañas de la sociedad surjan los elementos que permitan crear condiciones para recuperar la soberanía.

-¿Cuáles elementos?

-Son coyunturas en las que se requiere de la presencia de civiles y militares, empresarios, el clero, las fuerzas religiosas y productivas. El esfuerzo se ha hecho.

-¿Qué ha fallado?

-Que es un régimen autoritario que persiste en enquistarse en el poder y que ha actuado con la suficiente crueldad y sin ningún elemento que lo paralice para impedir  que la sociedad venezolana recupere su democracia.

-¿Se puede eternizar?

-Es uno de los riesgos. La ruta política presentada en enero fue, en los últimos 5 años, la cosa más consistente que se ha presentado al régimen dictatorial. Una hoja de ruta, con actores calificados, con respaldo y lobby internacional.

-No funcionó.

-No diría que no funcionó, porque las cosas de la política no son una máquina, pero hasta ahora no ha producido el desenlace esperado.

-¿Hay que cambiarla?

-Se está cambiando; la política no es rígida. La política es muy rica y van cambiando las coyunturas y las circunstancias. De enero a esta fecha ha habido cambios. Claro, cuando analizas y ves la naturaleza del régimen de Maduro ves que el cese de la usurpación es una condición sine qua non para iniciar la reconstrucción nacional. Si no hay cese de la usurpación no se inicia el proceso de reconstrucción nacional y continua la destrucción del país.

-¿Cómo se cesa la usurpación?

-Esa es la pregunta que todos los venezolanos quisiéramos resolver.

-¿Qué lo ha parado?

-En los últimos años se montó en el país un sistema político policial represivo, con control institucional, con chantaje a empleados públicos, creación de mecanismos como la OLP, los grupos de exterminio. Eso es un todo que ha propiciado la estructuración de un régimen autoritario, represivo, cruel, que no muestra ninguna disposición a introducir cambios.

-¿Fracasó Barbados? ¿La mediación de Noruega?

-El sistema político actual autoritario no es válido para el chavismo ni para las fuerzas democráticas, y las negociaciones siempre serán una posibilidad. Esta destrucción del país es insostenible para todos. Esto no beneficia a nadie, salvo a un grupo de cubanos y de militares.

-¿Siempre estará abierta?

-Siempre será un mecanismo de salida política.

-Y si no, ¿cuál es el mecanismo?

-Cuando las parejas tienen dificultades, negocian. Incluso cuando se están separando.

-¿Lo ve como una relación de pareja?

-Por supuesto que no. Esta es la relación entre un usurpador y una colectividad. La dicotomía entre intervención militar y negociación para mí no vale, porque son cosas reduccionistas. «La única salida es…» Yo no uso ese tipo de expresiones. La política es creatividad e imaginación.

-¿Todo vale?

-No. Imaginación y creatividad bajo principios. Pienso en la gestación de condiciones que permitan un desenlace a esa situación.

-¿Cuál es el desenlace?

-Pasa por la salida de Maduro.

-¿Qué más?

-El cese de la usurpación puede ser un acuerdo entre sectores del chavismo y sectores dela oposición. Nunca puedes descartar la irrupción en la Fuerza Armada de un acto de soberanía.

-¿Eso no es un golpe de Estado?

-De ninguna manera, porque hay una usurpación del poder.

-¿Entonces vale todo?

-Hay una usurpación del poder. A partir del 10 de enero Maduro está usurpando el poder. Cualquier movimiento que permita la salida de Maduro es válido dentro de la Constitución Nacional.

-¿Está promoviendo una salida violenta?

-En absoluto. Hay una situación de usurpación y que restituir la vigencia de la Constitución. En eso todo movimiento unitario de sectores civiles y militares, empresariales, gremiales que permita la restitución de la Constitución es válido, porque hay un estado de usurpación. Cuando hay usurpación no se puede hablar de golpe de Estado.

-Hay gente que apoya a Maduro. ¿No debe ser escuchada?

-La Constitución está por encima de los grupos minoritarios, de esos grupos que por una u otra razón acompañan a Maduro.

-Usted lo pone como que todo el que acompaña a Maduro es un sinvergüenza.

-Hay una situación de usurpación que ha causado daño, dolor, desintegración de las familias. Crees que se puede apoyar una situación como esa? Es difícil. Tanto dolor, tantas lagrimas…

-¿Cesar eso justifica cualquier cosa?

-No necesariamente. A lo mejor en la Edad Media un pensamiento de esa naturaleza era posible, pero no ahora…

-¿Apuesta por la negociación?

-Apuesto por cualquier formula dentro de la Constitución y la política por el cese de la usurpación. No me caso con ninguna.

-¿Qué piensa de la iniciativa de Casa Amarilla?

-Es una iniciativa que nació muerta. Necesitas interlocutores válidos para cualquier empresa, y ellos no lo son. Necesitas gente que genere confianza.

-¿Ellos no generan confianza?

-De ninguna manera. Su accionar político público nunca ha sido al lado de las mayorías. El proceso del 20 de mayo de 2018 fue a espaldas del país.

-¿Descarta Casa Amarilla?

-No solo yo; los hechos la están descartando. De parte del régimen de Maduro no hay disposición alguna para modificar la intención de perpetuarse en el poder, y los interlocutores no representan a nadie como para exigir y generar la confianza debida para un proceso de diálogo que el país necesita. Maduro perdió una gran oportunidad en Barbados. ¿Si no lo demostró ante negociadores noruegos lo va a demostrar ante de Falcón, Zambrano y Mujica?

-¿No habrá crisis en la oposición con la nueva directiva de la AN?

-Siempre hay posibilidades de desacuerdo, pero hasta ahora pareciera que no. Los partidos que respaldaron la hoja de ruta y la propuesta en torno a Guaidó se mantienen unidos.

-¿Las elecciones parlamentarias resuelven el problema?

-De ninguna manera. Hay una asamblea ya. Si quieres elegir una AN ya hay una Asamblea electa. ¿Quién me garantiza que a la nueva Asamblea el régimen de Maduro no la vaya a tratar de la misma manera, o peor?

-¿La solución con las elecciones presidenciales?

-Sin duda alguna. Con garantías.

-¿Cuándo deben hacerse?

-Cuanto antes.

-Hay gente que rodea a Maduro que no parece dispuesta a ceder.

-No debería, pero puede continuar así.

-¿A quiénes apela usted?

-Me gusta mucho la actitud tomada por Nicmer Evans, porque sin cortapisas ha sido valiente, clara y decidida. El chavismo tuvo la oportunidad de rebelarse internamente ante las tendencias autoritarias que iban surgiendo, y no lo hizo.

-¿Qué consecuencias tuvo eso?

-La consecuencia fue que las tendencias autoritarias, excluyentes y antidemocráticas se hicieron fuertes. La misma naturaleza del chavismo, el control de la Fuerza Armada llevaba al éxito de esa fracción autoritaria, aunque hay gente inconforme y que desea un un entendimiento. En una situación de libertad la gente que apoya a Maduro no llega a 5%, porque la otra parte está coaccionada por la caja Clap y por la represión.

-¿Un escenario latinoamericano juega a favor de Maduro?

-No necesariamente. La crisis socioeconómica de Ecuador y la crisis política de Perú y la posibilidad de cambio político en Argentina no son elementos suficientes para hablar de péndulo.

-¿No le entra un fresquito a Maduro?

-Tampoco. Lo que ocurre en Ecuador es típico de medidas restrictivas y una reacción social. En Perú hay una crisis política entre el Congreso y el presidente, pero no es que el Congreso es promadurista.

Juan Guaido no debe casarse con demócratas ni republicanos, afirma Acosta, «sino con quienes en uno u otro partido, o en instituciones, estén por el rescate de la democracia en Venezuela”.

-Pero el posible impeachment baja la presión contra Maduro.

-El caso venezolano es de situación interna y contexto internacional. Lo que ocurra en el resto del mundo no mejora la crisis venezolana.

-Pero alivia a Maduro.

-Pede bajar la presión sobre Maduro? Sí, pero no puedes renegociar los bonos. ¿Vas a recuperar la industria petrolera o renegociar la deuda, aumentar la producción nacional, traer capitales?

-Pero sigue en el poder.

-Puede seguir en el poder. No hay una relación causa-efecto. Maduro puede seguir en el poder, pero desgastado. No necesariamente repercute de forma que el país se recupere.

-Aunque siga en el poder.

-Claro. Puede haber menos presión, pero no resuelve los problemas internos de Venezuela. Pongo la situación de gobernabilidad. Maduro no cala en los índices mínimos de gobernabilidad, y lo que ocurra en el resto del mundo puede disminuir la presión. Pero eso no significa rescate. No hay relación causa-efecto, no va a repercutir en el mejoramiento de las condiciones internas del país.