Fernando Jáuregui: Las palabras “minería” y “ecológica” no pueden ir juntas ni en el mismo párrafo

Texto: Vanessa Davies

Quienes destruyen el ambiente o permiten que se destruya son violadores de derechos humanos, subraya el periodista y director de Ecoprácticas. “Este año ha sido un año de crisis total de derrames petroleros en el mar, en tierra y en ríos”, señala. “Venezuela, lamento decirlo y sonará un poco sarcástico, tiene un nuevo producto de exportación, que es la malaria; la malaria que se ha generado por la minería, entre otras cosas”. Advierte: “No importa en qué parte de Venezuela usted se encuentre, le está afectando la minería”. Jáuregui alerta que el nuevo armamento que ha anunciado el gobierno “se va a pagar con oro de sangre”

El espíritu siempre joven de Fernando Jáuregui le resta años y le suma horizontes. Periodista que ha trabajado en medios internacionales y que ha dado “tubazos” que marcaron la historia nacional, Jáuregui decidió dedicar sus energías a ser un “hombre verde”. No solo dirige Ecoprácticas, un programa de educación ambiental transmitido por la televisora Globovisión, sino que se esfuerza por sembrar amor por el ambiente en redes sociales y en colegios de Fe y Alegría. Va repartiendo semillas que no se ven, pero que hacen la diferencia entre vivir con conciencia del planeta o morir de espaldas a la naturaleza.

Critica “el modelo de extractivismo basado en el petróleo” y asevera que el Plan de la Patria es un plan extractivista. Refiere que el presidente Hugo Chávez intentó eliminar el Ministerio de Ambiente, y que Nicolás Maduro quiso “ponerlo debajo del ala de la misión vivienda”.

“Un ambiente sano es un derecho humano”, afirma Jáuregui en entrevista con contrapunto.com. “Quienes lo destruyen o lo permiten bajo su autoridad son violadores de derechos humanos. Son violaciones transgeneracionales, que además, no caducan”.


“¿Por qué la gente del Ministerio del Ambiente no le dice al presidente que lo que está haciendo es un ecocidio? Porque al ministro le van a cortar la cabeza, porque la mayor parte de los ingresos de Venezuela vienen por el oro”

No quiere ser cómplice por omisión. “La omisión es hacerse cómplice, y yo no voy a ser cómplice por omisión”.  Enfatiza que “el Estado venezolano es el principal depredador del ambiente”.

-¿Por qué?

-Menciono cuatro básicas: el Arco Minero, que produce el oro de sangre; la industria petrolera, que desde 1914 tiene impacto en el ambiente que se ha visto agravado en los últimos años por el deterioro de Pdvsa, y en particular este año ha sido un año de crisis total de derrames petroleros en el mar, en tierra y en ríos; la misión vivienda, que ha sido una gran depredadora; la falta de un manejo adecuado de los desechos. El Estado ha ido en contra de la misma Constitución que este proceso político hizo. Hay una cantidad de elementos en favor del ambiente que este mismo gobierno y este mismo proceso no está respetando.

El deterioro de Pdvsa “ha hecho que los protocolos de seguridad se hayan relajado o hayan desaparecido”, señala, y aunque aclara que este no es el único gobierno que tiene responsabilidad en el daño ambiental, advierte que el despido de miles de trabajadores dio inicio al declive. Cita los derrames que han afectado morichales en el oriente del país, y calcula que este año han ocurrido no menos de cinco derrames en la refinería de El Palito (Carabobo).

-¿Los crímenes ambientales son de lesa humanidad?

-Un ambiente sano es un derecho humano. Si afectas el agua, el aire, la alimentación es un crimen de lesa humanidad, producido a gran cantidad de personas.

Jáuregui toma un ejemplo: el agua, poca en cantidad, dudosa en calidad: “Si el agua es un derecho humano y tú perjudicas las fuentes de agua, estás violando un derecho humano a agua en cantidad y en calidad”.

Como periodista y como venezolano ha denunciado lo que sucede en el Arco Minero del Orinoco, proyecto de extracción minera impuesto por el ejecutivo de Nicolás Maduro a pesar del rechazo de dirigentes del propio chavismo. “Las condiciones de vida de los mineros en el Arco Minero y otras áreas son de cuasiesclavitud. Lo que agrava la situación es que, de acuerdo con un estudio de Cecodap, 40% de esos trabajadores son menores de edad. Venezuela, lamento decirlo y sonará un poco sarcástico, tiene un nuevo producto de exportación, que es la malaria; la malaria que se ha generado por la minería, entre otras cosas. Estamos exportando malaria, el país que fue modelo en la reducción de la enfermedad a escala mundial”.

A quienes insisten en permanecer indiferentes a la tragedia que ocurre en el sur del país, les entrega cifras que demuestran que nadie puede estar al margen: “La minería sigue destruyendo fuentes de agua, biodiversidad y electricidad, y esa crisis eléctrica que posiblemente está sufriendo también tiene que ver con la destrucción de las cuencas en los ríos Paragua y Caroní que son las principales fuentes de agua para Guri, donde se produce 70% de la electricidad. Por eso, no importa en qué parte de Venezuela usted se encuentre, le está afectando la minería. Pero esa minería afecta a escala global. Estamos haciendo peor el cambio climático en el planeta. Además, lo que está arriba de la tierra vale más que lo que está abajo, porque si pudiéramos ponerle valor al agua, a la biodiversidad, a la generación de electricidad, todas esas cosas reunidas, administradas de manera sustentable, valen más que el oro de sangre que estamos produciendo”.


“Venezuela, lamento decirlo y sonará un poco sarcástico, tiene un nuevo producto de exportación, que es la malaria; la malaria que se ha generado por la minería, entre otras cosas”

Reitera que lo que se está sacando en el sur de Venezuela es oro de sangre: “Los mineros trabajan con el agua hasta la cintura. Reciben poco dinero. Manejan directamente el mercurio que los envenena y les produce severas lesiones irreversibles en el sistema nervioso. Casi 40% de los mineros son menores de edad, muchachos y muchachas” que pierden su vida.

-¿Venezuela se convirtió en un país que exporta oro de sangre?

-Lo exporta de dos maneras. Solo 30% del oro de sangre llega al BCV. Casi 70% sale por vías ilegales a Curazao y a otras islas del Caribe, donde lo blanquean y entra en Europa como un oro exportado desde Curazao. La pequeña isla de Curazao es ahorita uno de los mayores productores de oro. El nuevo armamento que ha anunciado el gobierno se va a pagar con oro de sangre.

El oro de sangre y la contaminación petrolera no son los únicos problemas que le inquietan. Jáuregui agrega el manejo de los desechos sólidos, que se ha convertido en un problema de salud pública debido a que no se recoge y al tratamiento que se le da.

El Ministerio de Ecosocialismo no tiene independencia para detener las acciones contra el ambiente “por la disciplina partidista, porque ni siquiera es disciplina política: es disciplina partidista”. Además, los recursos humanos fueron desmantelados. “¿Por qué la gente del Ministerio del Ambiente no le dice al presidente que lo que está haciendo es un ecocidio? Porque al ministro le van a cortar la cabeza, porque la mayor parte de los ingresos de Venezuela vienen por el oro”.

Fernando Jáuregui comparte su visión sobre las soluciones. “Lo primero es aplicar las leyes existentes. No hacen falta leyes nuevas. Tenemos una Constitución que, en lo relacionado con el ambiente, es una de las más avanzadas. Tenemos la ley de ambiente y la ley penal del ambiente, que no se aplican. Lo que habría que hacer es colocar los recursos humanos adecuados en esas instituciones”. Se necesita “una voluntad real”, insiste. También propone reforestación y exige que se deje de hablar de minería ecológica. “No es posible que hayas tenido dos reconversiones mineras que fracasaron y ahora me hables de una minería ecológica”.

-¿Existe?

-Esas dos palabras no pueden ir juntas ni en el mismo párrafo. Y menos de la manera como se está haciendo en Venezuela.