Erik Del Bufalo: Que los venezolanos no estemos creyendo en nada es un buen augurio

Vanessa Davies y José Gregorio Yépez

El filósofo sostiene que vivimos “una guerra civil del siglo XXI”. Afirma: «No hay ninguna posibilidad electoral en Venezuela, y el CNE es lo de menos. No hay medios, no hay candidatos, no hay registros, no hay posibilidad de que los militares respeten esa elección, no hay posibilidad de que se respete la soberanía de ese candidato que ganó y que no le pongan a alguien por encima. No hay posibilidad de que la elección lleve a elegir»

Sus análisis de la actualidad son corrosivos y la piel de la clase dirigente venezolana queda mal ante su argumentación. Sostiene que el país “tiene que parir otra vez la sociedad que quiere, su dirigencia y su liderazgo”.

El verbo de Erik Del Bufalo es áspero como un papel de lija cuando habla sobre la situación política, lo que contrasta con el hombre amable que conversó con contrapunto.com

El filósofo y profesor universitario no deja «títere con cabeza» a la hora de hacer cuestionamientos a los protagonistas de la escena política. Al chavismo le dice “tiranía” y a los dirigentes de la oposición los llama “mercachifles” que buscan “sus intereses crematísticos”.

Corrosivo y ácido

-Si no creemos en nadie… ¿hacia dónde vamos? En algo hay que creer.

-No estoy seguro de eso. Haber creído mucho nos llevó a esta situación. Tanto a los chavistas por haber creído en el mesianismo, y a la oposición por creer en mercachifles que se hacían pasar por políticos, que nos llevaron a un callejón sin salida. El hecho de que no estemos creyendo en nada paradójicamente es un buen augurio. Estamos abriendo nuestro pensamiento crítico hacia la realidad.

-Sin creer en nada… ¿cómo se articula un mejor destino?

-Creer significa varias cosas. Hay un estilo, que es tener fe ciega. El otro estilo es el que viene de la experiencia. Cuando uno se ha decepcionado, y ha pasado por un desierto, por experiencias, y sabe ciertas cosas, ese saber se vuelve una creencia. Estamos en ese momento: pasando de una creencia seudorreligiosa hacia los líderes mediáticos. Estamos atravesando un desierto que va a transmutar en una creencia activa, en la certeza de que hay una salida, porque hay recursos y gente. Lo que no hay es visión. Esa punta de lanza que la canalice.

-Mientras eso sucede, lo que califica como mafia se afianza en el poder.

-Se afianzaron hace muchos años. Han vivido una década cómoda. Cuando muere Chávez la gente pensó que era el fin, porque asociaba el sistema con Chávez. Chávez era la figura de un sistema que se develó en su crudeza. Sin el carisma de Chávez eso es lo que estamos viviendo. Es una guerra civil del siglo XXI. Es una guerra que tiene ver con expropiación de medios, exclusión, sometimiento, éxodo, prisión de la gente o, incluso, muerte. Hay sectores en oriente, en Bolívar, en Apure, donde está la guerra en el sentido viejo. En los centros urbanos la guerra se ha librado en una especie de “primavera árabe” pero a la inversa, en donde el Estado, el régimen, ha depurado los sectores de la sociedad que le son incómodos y lo sigue haciendo: Es un apartheid.

-Entonces no hay salida.

-La idea de salida es un poco tramposa porque da una idea de espacialidad que no es. Pareciera que uno anda buscando una puerta o una ventana por dónde escapar. No es una salida, es una transmutación lo que tiene que pasar. Esa situación de desierto, que cuando llegue la luz suficiente, prenderá una pradera; es una metáfora porque no estoy llamando a la violencia. Saldrá la luz y la verdad.

-¿Y cuál es la verdad?

-Que estamos en una guerra. Que los políticos de la oposición son unos mercachifles que están buscando recursos afuera para sus propios medios y su partido. Que no hay ninguna posibilidad electoral en Venezuela, y el CNE es lo de menos. No hay medios, no hay candidatos no hay registros, no hay posibilidad de que los militares respeten esa elección, no hay posibilidad de que se respete la soberanía de ese candidato que ganó y que no le pongan a alguien por encima. No hay posibilidad de que la elección lleve a elegir.

-¿Entonces la opción es “apaga y vámonos”?

-¿Para dónde?

-¡Díganos usted!

-Hay seis millones de personas que se fueron y no por flojos. Fueron compelidos, es parte del sistema. A los que estamos aquí nos queda la crudeza de lo real. El espanto del desierto.

Después del desierto

En este momento Del Bufalo hace alusión a la película The Matrix y refiere que “al final te das cuenta de que estás en la matrix y te encuentras el espanto del desierto. El Neo de esta matrix a lo mejor no sabe que lo es. Cuando la matrix cae, surge Neo. El liderazgo no me preocupa, siempre surge. Lo primero que debe surgir es la sociedad que despierte y veo que está despertando una gran pesadilla, que ha sido estafada y engañada»-

-Usted coloca a todos los políticos en el mismo saco, pero en todas partes hay gente intelectualmente honesta.

-Hay un engaño y uno no puede estar en el oficialismo y no denunciar la atrocidad. No puedes estar en la oposición y cohonestar cosas que son con fines crematísticos. Aunque haya gente valiosa no me gusta personalizar, porque eso nos lleva a la anécdota. La situación es oscura porque estamos despertando de un mal sueño.

-¿Cuándo empezó ese mal sueño?

-Probablemente viene mucho antes de Chávez. Luego vamos a un sueño húmedo con mucho dinero que duró poco y se fue transformando en una gran pesadilla. Estamos despertando sudados y asustados.

-Ahora estamos en medio de una pandemia.

-Dos pandemias. Una política, y otra que la estudia la biología en una situación global muy compleja. La pandemia le ha caído al sistema como anillo al dedo porque tiene a la gente en sus casas, escondida, anestesiada. Prolongarán la no llegada de las vacunas para mantener la situación.

-¿Es intencional que no haya vacunas?

-Yo pienso en motivos y lógica de la tiranía. Si tiene una pandemia que le está haciendo bien, no tiene ninguna motivación para eliminar la situación que se vive. Que la gente esté en la calle buscando gasolina, que no hay, buscando salidas, no es tan conveniente como estar con la gente metida en su casa deprimida, viendo cómo sobrevive.

-¿Nunca nos vacunaremos?

-Al final nos vacunaremos porque hay presiones, pero estirarán la cuerda lo que más puedan sin importarle el daño social que puedan causar.

-Pero la gente se lo va cobrar. Ahí está la protesta

-Ellos ya descontaron todos los costos políticos, porque esto no es una democracia. Si ellos estuvieran a merced de la opinión pública de la voluntad de la población no se comportarían así. No harían fraude. Hubieran ido a la oposición y vuelto a proponer una política después de su fracaso. No les importa la aprobación del cinco, diez o veinte por ciento. El sistema que los sostiene no tiene que ver ni con la opinión pública ni con la voluntad popular. Por eso las elecciones son espurias

-¿Cuáles son los mecanismos que sostienen al gobierno?

-La corrupción mafiosa de grupos de poder que ellos crearon o empresas serias que están sometidas al chantaje de «si haces, te quebramos». Es un régimen militar. No de uniforme. Es una revolución armada, con poder de fuego, de dar muerte, tortura y de mandarte al exilio. Poder letal, corrupción. Intimidación de la fuerza de trabajo. Extorsión a la clase trabajadora, a funcionarios públicos. Todos son mecanismos de coerción. Estamos en una sociedad sometida y sojuzgada

-¿Cómo se sale?

-Con rebeldía. Es una situación compleja. Llega un momento en que las posibilidades de engaño se agotan, todo se vuelve descarnado y en ese momento, quien aparezca mostrando la decisión de avanzar, hacia una liberación definitiva será seguido. No por engañifa ni discurso, sino porque realmente lo sea. De la misma grama seca saldrá la chispa.

-Hay una situación internacional en la que Rusia y China tienen un rol importante.

-Hay que saber negociar con ellos. Un gran error de la oposición fue no negociar con Rusia y China. No lo hicieron porque lo que les interesaba era buscar plata en Estados Unidos. Esa oposición exclusivamente crematística y es igual de despreciable que el chavismo.

-¿Qué hay que decirles a los rusos y a los chinos?

-Que es mejor negocio estar con la gente que no sea el chavismo. Decirles que hay oportunidades de inversión. Estos son unos maulas. Los chinos los desprecian y los rusos a Maduro lo trataron por la puerta de atrás. Los chinos y rusos son gente seria; más allá de que no comparto su sistema son gente seria. No son malandros.

-¿Quien hace eso? ¿La sociedad?

-Lo primero que tiene hacer Venezuela es parir otra élite. No solo política, intelectual, técnica, diplomática. Lo digo en el mejor sentido de la palabra. No de oligarquía, sino de gente que pueda representar legítimamente a la sociedad venezolana.

-¿Saldrá de la gente que protesta? ¿De la sociedad civil que está en la calle?

-Yo espero que sí. Yo tengo esa esperanza. Pero no sé. Por ahí es donde sale siempre.

-¿Y un filósofo tiene esperanza?

-Sí puede tener esperanza. No solo somos desesperanza. Venezuela sí va a salir, pero debe dejar la flojera de simplemente esperar y parir la sociedad que quiere, parir su dirigencia y su liderazgo.

Finalmente, Erik Del Bufalo habla del proyecto Academia de Autor y sostiene que la universidad venezolana es una de las grandes víctimas “de la sociedad de pillaje y malandraje”.

 “En medio de eso pensamos en rescatar tantos autores que tiene el país y que están allí algunos, en indigencia. Queremos ofertar al público para su preparación y poder mantenerlos con vida que puedan alimentarse, por la situación del profesor universitario”, dijo.

Se puede seguir esta iniciativa a través de academiaplusultra.com @academiadeautor en Instagram.