Carlos Nieto Palma: El ministerio penitenciario se lavó las manos y se desentendió de los calabozos policiales

Texto: Vanessa Davies. Fotos: Alonso Calatrava Rumbos-Contrapunto

Hay «un sistema penitenciario tradicional y otro paralelo, que es el de los centros de atención preventiva que el Ministerio del Servicio Penitenciario no los reconoce como propios» aunque le corresponden, señala el coordinador de la organización Una Ventana a la Libertad. Los pranes no son niños buenos, pero la población y los familiares de los presos los apoyan porque cubren necesidades que no cubre el Estado

Carlos Nieto Palma, abogado y activista de derechos humanos, invirtió dos tercios de su vida en el sistema penitenciario venezolano. Con esas credenciales, y con las de haber sido discípulo del gran criminólogo Elio Gómez Grillo, afirma que este es el peor momento en la historia del penitenciarismo venezolano. Lo que se vive ahora nunca había ocurrido, porque hay un sistema penitenciario que es el de las cárceles (menos de 50, según sus cálculos) y otro sistema penitenciario que es el de los calabozos policiales o centros de detención preventiva (unos 500 con 65 mil reclusos), sostiene en entrevista con contrapunto.com.

«Ahora tenemos una dualidad de sistemas penitenciarios con presos de atención preventiva que la están pasando peor, porque en un espacio para 20 personas metes a 200», diagnostica el coordinador de la organización Una Ventana a la Libertad. Al menos 30% de los policías, «en vez de estar en la calle cuidando gente, están cuidando presos en los calabozos, y esa no es su función».

Hay «un sistema penitenciario tradicional y otro paralelo, que es el de los centros de atención preventiva que el Ministerio del Servicio Penitenciario no los reconoce como propios».

-¿Entonces quiénes son los responsables?

-Legalmente el ministerio penitenciario, pero ellos dicen que no son los responsables. Cuando revisas lo que dice el ministerio a ellos les corresponden todos, pero es más fácil lavarte las manos. Para el traslado el ministerio les exige a las policías comprar los útiles de aseo personal, los colchones. La policía no tiene plata para alimentar a sus policías, menos para comprar eso. Eso hace que se haya creado este sistema paralelo que funciona en las policías.

Foto: Alonso Calatrava Rumbos

Nieto Palma no tiene grandes expectativas con la nueva ministra, Mirelys Contreras. «Ella suplantó a Iris Varela cuando fue a la constituyente; es la misma persona que estuvo ya. Ella la sustituyó y el poder lo seguía teniendo Iris Varela. De hecho, ella iba a actos públicos y la acompañaba Iris Varela, quien daba declaraciones era Varela, Varela seguía despachando en su oficina. Para nosotros no hubo cambio. Ella hacía lo que Varela le mandaba a hacer. En estos momentos no creo que vaya a ser diferente», expresa.

-¿Cuáles deben ser las prioridades?

-El Ministerio se crea para velar por los privados de libertad en Venezuela. Cuando revisas el decreto de creación, te dicen que es el ministerio que debe velar por los privados de libertad. Ahora hay un gran caos en los calabozos policiales o centros de atención preventiva, es la mayor gravedad que hay, y el ministerio dice que esas personas no son su responsabilidad, sino de las policías. Son espacios en los que la gente debería estar por no más de 48 horas. En la audiencia de presentación el juez determina para dónde te van a enviar. Iris Varela, hace seis o siete años, cuando estaba recién creado el ministerio, hizo un oficio en el que ordenaban a directores de cárceles que no recibieran a reclusos que vinieran de tribunales o policías a menos que fuesen autorizados por ella. Eso sigue vigente, lo siguen aplicando. Eso hizo que los calabozos policiales o centros de atención preventiva se comenzaran a llenar de una manera no normal, y eso nos hizo meternos a investigar. Tenemos cuatro años trabajando el tema.

-¿Cuáles son las prioridades a su juicio?

-Descongestionar los centros de atención preventiva, pero para eso debes comenzar por construir nuevas cárceles. Hay que rehabilitar o poner en funcionamiento las que cerró Iris Varela (unas siete u ocho). El estado Nueva Esparta no tiene cárcel, porque cerraron la que había. Si ponemos en funcionamiento las que se cerraron, se podría avanzar en el descongestionamiento. Debería haber por lo menos dos cárceles por estado: una para procesados, otra para penados. Nosotros contamos 42 cárceles. Hay un déficit de, por lo menos, 10 cárceles nuevas, además de las que se cerraron.

Foto: Alonso Calatrava Rumbos

-¿Qué otra prioridad?

-Atacar el retardo procesal. Tenemos 70% de retardo procesal. De cada 10 reclusos solo 7 tienen sentencia definitivamente firme. Los demás no saben si son culpables o inocentes. Es un principio constitucional: la presunción de inocencia. Lo ideal que no hubiese retardo procesal, que todo el mundo fuese juzgado en el tiempo en que debe ser juzgado. Eso es difícil cuando tienes a los reclusos regados y no donde deben estar.

-¿Donde deben estar?

-Los procesados deben estar donde están sus procesos. Por eso el plan cayapa no funciona. El plan cayapa es un plan teóricamente para descongestionar los procesos, pero no funciona. Los jueces te lo dicen: no podemos hacer más allá de llenar una planilla, porque las causas no son nuestras.

También se necesita personal competente, señala Nieto Palma. «Gómez Grillo decía que las cárceles eran su personal, por eso creó el instituto de estudios penitenciarios, que lo cerraron y lo unieron a la UNES, pero cambiaron la concepción del penitenciarista. La labor del penitenciarista es reeducar a los presos. Tendrían que haberlo adscrito al Instituto Pedagógico y no a la UNES: Ellos son reeducadores de presos, y ahora la concepción en la UNES es que son policías de presos, y policías de la época en que andaban con un bate y daban batazos y el recluso debía voltearse cuando pasaban las autoridades. Una cosa absurda, realmente. El personal preparado es importante».

-¿Quién gobierna las cárceles?

-Las siguen gobernando los pranes. De alguna manera son los presos los que tienen el control. El mismo ministerio les ha dado el poder.

-¿Con los pranes se van evitado masacres?

-Ha evitado masacres tal vez como las que veíamos, pero han aumentado problemas como el de las enfermedades y la alimentación.

Foto: Alonso Calatrava Rumbos

-¿Quién debe gobernar las cárceles?

-Los estados son los que tienen el control de las cárceles. Independientemente de si son cárceles privatizadas siempre el Estado tiene que ser el que lo dirija. El Estado no está dirigiendo las cárceles. El Estado es parte del negocio.

-¿En qué?

-Las cárceles toda la vida han sido un negocio. A los presos les cobran por todo. Hoy día los negocios son más lucrativos. Antes los muertos en las cárceles eran por chuzos, por chopos, por armas caseras. Ahora tienen armas de alto calibre, están mejor armados los presos que los funcionarios del penal. Hay cárceles en las que no permiten a los funcionarios entrar.

-¿Qué consecuencias tiene que las cárceles las gobiernen los pranes?

-Los pranes no son niños buenos, pero la población y los familiares de los presos los apoyan porque cubren necesidades que no cubre el Estado. ¿Hace falta agua? El pran compra el camión de agua; eso va unido al cobro de la causa o mensualidad que pagan los presos, y todos los otros negocios; se manejan extorsiones, secuestros, robos. El centro de operaciones del Tren de Aragua es la cárcel de Tocorón. En eso no hay discusión. Iris Varela, en todo el tiempo que tiene, nunca se ha metido con Tocorón, porque sabe cuáles serán las consecuencias.

-¿Cuáles?

-Una guerra. Una cárcel en la que los reclusos salen, paran un camión que pasa por la carretera, se lo llevan y la comunidad hace mercado en la cárcel porque allí consigue alimentos… se ve quién tiene el control.

-¿Solo pasa en Venezuela?

-Pasa en otros países de Centroamérica, donde las maras tienen bastante poder, pero no es como acá. El de aquí tiene modalidades especiales. En Ecuador las maras no mandan videos diciendo lo que quieren.