«Porque todo se trata de un viaje», Jorge Díaz de 4 Ruedas y un Morral conversa con José Miguel Pérez. Este explorador y arqueólogo venezolano ha guiado más de 100 expediciones, donde no ha llegado antes ningún ser humano
¿Quien no ha soñado en su niñez con ser un explorador? La idea de experimentar la aventura, tener conocimientos en arqueología y sobrevivencia, atreverse a enfrenta lo más terrorífico que existe en la selva como plantas carnívoras, los mitos y leyendas, encontrar un tesoro, es fascinante para la mayoría de los seres humanos.
Ese sueño fue lo que motivó el espíritu de muchos, conquistadores, exploradores y piratas a buscar El Dorado.
«Uno de los exploradores que yo mas admiro es el entomólogo alemán Wilhelm Kattwinkel, que descubrió en uno de sus viajes a Tanzania la Garganta de Olduvai, que es uno de los hallazgos más importantes de la historia», señala José Miguel Pérez Gómez
Se trata de un yacimiento arqueológico de gran valor, donde descubrieron, nada menos que 60 homínidos (primates) y numerosas herramientas de piedra, y todo sucedió por causalidad, ¡Qué vaina! Mientras perseguía una mariposa.
Pérez Gómez, es uno de los mejores exploradores que hay en el país, participó en 1983 en una de las más grandes expediciones que realizó Charles Brewer Carías y un grupo de científicos al Parque Nacional Serranía La Neblina, que es el Tepuy más alto que existe en la tierra. El parque forma parte de la reserva de la biosfera del Alto Orinoco-Casiquiare, con el parque Parima Tapirapecó.
José Miguel Pérez, tiene muchas historias que no se pueden contar en tan breves minutos. Los Yanomanis tienen la sabia costumbre de abrazar al amigo y en ese abrazo le desean que sigan viviendo para que si se logran ver de nuevo, sigan contándose historias.
«Ya Koo Nohi», significa adiós amigo, hasta la próxima historia.