La Justicia estadounidense determinó que los transexuales, como cualquier otro ciudadano, tienen derecho a no ser discriminados en su entorno laboral
Autoridades y organizaciones civiles de Nueva York celebraron este lunes la decisión del Tribunal Supremo, que determinó que los transexuales, como cualquier otro ciudadano, tienen derecho a no ser discriminados en su entorno laboral, en lo que supone su fallo más importante a favor de la comunidad Lgbti desde la legalización del matrimonio igualitario en 2015.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, resaltó que el Supremo «ha hecho historia» al reconocer algo que en su opinión ya se reconocía en su estado, que todas las personas, incluidas las del colectivo Lgbti, están protegidas ante cualquier tipo de discriminación en el lugar de trabajo.
Para Cuomo, esta victoria sirve como una «reprensión directa» a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien la semana pasada retiró las medidas de protección contra la discriminación sanitaria de las personas Lgbti.
«El estado de Nueva York fue la cuna del movimiento Lgbti y ha sido el portador de la antorcha de la igualdad durante mucho tiempo. Desde hace 75 años, hemos sido el primer estado en aprobar una ley en defensa de los Derechos Humanos y, desde entonces, hemos fortalecido nuestras leyes para proteger a los neoyorquinos Lgbti de la discriminación, algo que ahora se extenderá a todos los estadounidenses», reflexionó el dirigente demócrata.
Cuomo llamó al Senado a actuar para que aprueben la ley de Igualdad que serviría para expandir la protección contra la discriminación del colectivo Lgbti en asuntos relacionados con la vivienda, la educación y el resto de servicios esenciales «como pasa en Nueva York».