Venezolana emprendedora en España explota sus habilidades como chef. La migrante venezolana que volcó el mercado de hamburguesas en Valencia, España. El empoderamiento de la mujer migrante venezolana queda sentado con sabor y sazón
María Eugenia Petrizzo Aznar, llegó a España para ofrecer su «trabajo a explotar los talentos que desarrolló cocinándole a su familia en Venezuela en otras latitudes».
De ser farmaceuta con mención en bromatología y farmacología, la prueba final en la materia de panadería de sus estudios como chef, un pan brioche de batata, dio comienzo a la historia de un sueño.
A partir de ese pan, sus reuniones con amigos y familia, se tradujeron en inventos de cocina, con un norte definido, hamburguesas gourmet, al estilo American Urban Taste.
En 2018, «Maru» como la conocen, llegó a España con su familia, lugar que se convirtió en su hogar y en el 2019 cumplió la meta de crear su propio restaurante, Black Bull Burger, donde sus conocimientos se desbordan en cada plato que sirve a los comensales que le visitan.
La propuesta
Cada platillo en Black Bull, tiene un concepto, como por ejemplo la hamburguesa «Petrizzo», en honor al apellido de Maru; la «Explosion», inspirada en las raíces mexicanas del abuelo; la «American Girl» por sus hijas o el hot dog, llamado «Ruli» por una empleada y amiga de la familia.
El éxito de Maru, ha llegado a tal punto que incluso el youtuber español boufitt, catalogó su hamburguesa de champiñones, la «Fungi», como la mejor que ha probado en Valencia.
En este rincón de sabor, la tradición venezolana no se escapa y es que, aparte, ofrecen los típicos tequeños, Cachapas de maíz y empanadas que han deleitado no solo a los valencianos, sino a un sin fin de españoles.
Maru con Black Bull, bregó para salir adelante durante la pandemia, lo que hoy en día ve como impulso y aprendizaje para cada día ser ejemplo de que los buenos fuera de las fronteras venezolanas son más.
«La constancia. Nunca digo, estoy cansada, siempre hay que ver para adelante, tener perseverancia y disciplina», es la frase que Maru, se repite a diario para inspirarse e inspirar a todos lo que están a su alrededor.