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La crisis hecha oportunidad: La maravilla que hizo el rugby en la vida de Jesús Arrieta


- Arnaldo Fernández I @fernandzarnaldo
- Sábado, 30 de Diciembre de 2017 a las 10:28 a.m.
Desde 2003, el Proyecto Alcatraz ha logrado la reinserción de personas con problemas de conducta a través del rugby, con la firmeza de que una segunda oportunidad es posible
Su nombre es
Jesús Arrieta, un hombre que volvió a la luz al dejar atrás un pasado oscuro de
delincuencia. Formaba parte de una banda que en 2003 asaltó a mano
armada la Hacienda Santa Teresa. Luego de ser capturados, les brindaron una segunda
oportunidad: trabajar tres meses no remunerados a cambio de no ir a
prisión.
Al dejar atrás su pasado de delincuencia, drogas y alcohol, hoy en día Jesús recibe como anfitrión y con un rostro lleno de esperanza a todos los visitantes de la Hacienda Santa Teresa, además de ser un destacado jugador de Alcatraz Rugby Club.
José Arrieta, el hermano de
Jesús, lidera actualmente el rugby en la Hacienda y logró
convencerlo a él y a todos los integrantes de la banda de tomar esta
oportunidad como un nuevo camino de reinserción, para comenzar un proyecto
nuevo alejados de los vicios. De esta manera, siguen fomentando valores como
humildad, respeto, disciplina, espíritu deportivo, trabajo en equipo y perdón.
El trabajo de la empresa
privada y la comunidad es algo que destaca Jesús Arrieta, desde su experiencia
y de cómo un acto delictivo pudo dar un giro a su vida en 360 grados y de
manera positiva. “Nuestro país puede triunfar sobre todas las barreras que
vivimos hoy en día”, afirma con la voz entrecortada, un hecho que se
repite, nos asegura, cada vez que narra esta historia como sinónimo de
motivación.
Entre todos los valores
inculcados en este proyecto, Jesús destaca la humildad, ya que para él es la
herramienta principal con la cual puede concretarse un verdadero reencuentro
entre todos los venezolanos en estos tiempos de división que se viven por
diferente temas.
Para Jesús Arrieta, el rugby es como la vida, nos expresa: “Cuando me enseñaron el rugby, parecía un deporte violento, pero realmente no es así. Es un deporte de caballeros jugado por animales y que da mucho ejemplo”. El que conoce el rugby puede dar fe de la intensidad con la que se vive cada jugada, cada golpe y cómo evitar la manera de caer.
“Nosotros entramos en la
hacienda, fue con intenciones de atacar para robar. Aquí cuando atacábamos a otras personas en el mismo partido, ellos te pedían perdón en el
tercer tiempo. Por esta razón el rugby nos enseñó que la violencia podemos
convertirla en una herramienta para hacer el bien, dándole la mano al caído y
de jugar para ganar”.
Arrieta contó que al
principio jugaba duro y hacía los tacles para golpear fuerte, luego en el
proceso de aprendizaje, empezó a jugar limpio. Anteriormente cuando jugaba
beisbol le lanzaba la pelota al cuerpo a alguien o cuando practicaba fútbol como portero su mánager le pedía que le hiciera una fuerte entrada al
delantero y lo sacaba del partido. Ahora en el rugby es distinto para él, y la
premisa es “jugar para ganar”.
A pesar de que un médico le dijo que no podía jugar rugby, ni correr, Jesús se propuso superar la barrera con mucho esfuerzo, entrenamiento y sacrificio, para así alcanzar su objetivo y llevar su historia a cada rincón de Venezuela donde sea posible y de la mano del Proyecto Alcatraz.
El éxito de este proyecto se
ha basado en trabajar por el bien, nos comenta Arrieta, quien hace un llamado a
todas las personas de cualquier condición social a que asistan a la Hacienda
Santa Teresa a jugar rugby, en donde las puertas están siempre abiertas para
que se empapen más de este deporte y lo que representa para todos los
integrantes del Alcatraz Rugby Club. “No se rindan, aquí cuando quieran tendrán
un apoyo, una familia dispuesta a darles la mano y a enseñarles los valores del
rugby”.